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Un atentado de un grupo yihadista
en el sur de Filipinas deja al menos catorce muertos y 67 heridos 

Una bomba estalla el viernes por la noche en un mercado nocturno de la ciudad de Davao, El ataque ya ha sido reivindicado por Abú Sayyaf, grupo aliado del Estado Islámico,

Varios policías del Departamento Operativo de Escena de Crímen (SOCO) recoge evidencias en el sitio donde hubo una explosión en un mercado nocturno en Dávao, Filipinas. EFE/Cerilo Ebrano

PÚBLICO / AGENCIAS

MANILA.- Las autoridades de Filipinas han confirmado que 14 personas han muerto y 67 han resultado heridas en el atentado con bomba que este viernes por la noche tuvo lugar en un mercado nocturno de la ciudad filipina de Dávao, en la isla de Mindanao, en el sureste del país. La explosión se produjo sobre las 23.00 hora local del viernes (17.00 horas en España) en un mercado nocturno en el centro de la ciudad.

El atentado ya ha sido reivindicado por el grupo yihadista filipino Abú Sayyaf. Su portavoz, Abú Rami, aseguró en un comunicado recogido por los medios de comunicación que el atentado era "llamada para la unidad de todos los muyahidines del país".

Las declaraciones de Rami están en línea con la amenaza del grupo, que el pasado jueves advirtió al Ejército filipino de que estaba preparando nuevos ataques desde el mismo inicio del mes de septiembre. Rami ha asegurado que este ataque es una respuesta a la guerra que ha abierto el Ejército contra el grupo.

Poco después, el presidente de Filipinas, Rodrigo Duterte, declaró el "estado de anarquía" en el país. Estos snignifica que el país queda bajo el control del Ejército. Se da la circunstancia de que el atentado ha tenido lugar en Davao, ciudad natal del presidente filipino.

El secretario de Comunicaciones del Gobierno filipino, Martin Andanar, afirmó a los medios: "Las investigaciones iniciales apuntan a que se utilizó un mortero como artefacto explosivo improvisado". Andanar también confirmó la presencia de Duterte en la ciudad de Davao, de la que ha sido gobernador y alcalde durante más de 20 años, cuando se produjo la explosión.

Las fuerzas de seguridad de Davao se pusieron en alerta roja, y "se han establecido puestos de control en todas los puntos de salida de la ciudad", aseguró en un comunicado el jefe de la Policía de la provincia de Davao, Manuel Gaerlan.

La Policía del Área Metropolitana de Manila también ha declarado la alerta máxima en la ciudad, donde se ha aumentado la vigilancia en el aeropuerto, terminales de autobuses y centros comerciales, y se han intensificado los controles en las carreteras.

Davao se encuentra en la isla meridional de Mindanao, una convulsa zona de Filipinas donde operan varios grupos rebeldes, entre ellos Abu Sayyaf, un grupo radical islámico que se ha declarado seguidor del Estado Islámico y que ha protagonizado algunos de los ataques terroristas más sangrientos del país.

El pasado lunes, enfrentamientos entre Abu Sayyaf y el Ejército de Filipinas en la ciudad sureña de Patikul, en la provincia de Sulu, dejaron al menos 15 soldados y unos 30 rebeldes muertos, según cifras oficiales.

En el sur de Filipinas operan varios grupos armados musulmanes que se han opuesto al Gobierno central. Abú Sayyaf, que saltó a la primera plana internacional en el año 2000 con el secuestro de 21 turistas y trabajadores de un resort en Malasia, ha sido una de las principales amenazas de Manila los últimos años. Si bien el Gobierno de Duterte ha iniciado conversaciones para acabar con el conflicto con la guerrilla del Partido Comunista —con quien firmó la semana pasada un alto el fuego—, no llegó a ningún acuerdo con el grupo Abú Sayyaf.

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