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Alemania podrá espiar de forma
legal a otros países de la UE

Una nueva ley dotará de carta blanca a los servicios de inteligencia alemanes. Toda la oposición y varias organizaciones se muestran en contra de una norma que "hace accesibles las comunicaciones secretas y viola la Constitución".

La canciller alemana Angela Merkel durante una cumbre europea en Bruselas. - EFE

BERLÍN.- Seguridad es una palabra ya plenamente instaurada en el día a día de la sociedad en Alemania. En prácticamente cada aparición mediática de los partidos que forman el gobierno de la Gran Coalición (los socialdemócratas y los democristianos) es tema de obligada referencia y se asegura que no escatimarán esfuerzos para que la población se sienta segura. La alusión a la protección ciudadana lo impregna todo desde hace algún tiempo y el Gobierno alemán intenta que se convierta en su principal salvavidas electoral.

El ejecutivo de Angela Merkel ha reaccionado al sorpasso electoral de Alternativa para Alemania (AfD), el nuevo partido ultra, en las pasadas elecciones de Mecklemburgo-Antepomerania dotando de más poder a sus servicios de seguridad: a partir de ahora el servicio federal de inteligencia (BND) contará con carta blanca para espiar a la ciudadanía y a otros países de la Unión Europea. Una nueva ley establece la creación de un nuevo órgano que controle al BND, que estará formado por una comisión de dos jueces y un fiscal del Tribunal Supremo. El Gobierno alemán informará a esta comisión de sus misiones secretas en el extranjero para que decida si se espía a instituciones europeas o países miembros.

Las agencias de inteligencia de todo el mundo cuentan con unos elementos llamados selectores: números de teléfono, correos electrónicos e informaciones diversas almacenadas en listas y bases de datos que pueden ser utilizadas en caso de que se sospeche de algún ciudadano en concreto. Son de los que hablaba Edward Snowden en el documental Citizenfour al explicar cómo se obtenían los datos privados de un usuario para investigaciones. Con ellos se resuelven muchos crímenes y también se localiza a algunos sospechosos de terrorismo, aunque también sirven para poder predecir comportamientos delictivos y obtener informaciones confidenciales dentro de las esferas de poder.

Con esta nueva ley, los juristas tendrán acceso a estas bases de datos y tomarán decisiones sobre ellas, lo que deja la separación de poderes del Estado en un terreno algo farragoso. También será posible intervenir nudos interconexionales que servirán para obtener informaciones diversas que han sido transferidas a través de Internet. Esto le dará al BND libre acceso a todo tipo de datos virtuales, que hasta ahora era sólo posible obtener parcialmente de forma legal. Podrá almacenarlos por seis meses y también transferirlos a otros servicios de inteligencia, como la NSA estadounidense.

En 2013 hubo una gran polémica con los servicios de inteligencia de Estados Unidos al hacerse público el espionaje al Gobierno de Angela Merkel con varios móviles pinchados. Esto supuso una crisis diplomática entre ambos países y la desconfianza de Alemania. La preocupación por este tema fue el leitmotiv de la campaña electoral del pasado septiembre en las elecciones regionales de Berlín. Seguridad sería en Alemania el equivalente a “cambio” en España, un concepto adaptado desde varias posiciones del espectro político y la principal promesa de varios partidos, especialmente los más derechistas. Es también una de las bazas de Alternativa para Alemania (AfD), la revelación ultraderechista que está arrebatando posiciones políticas a Merkel y los suyos.

Toda la oposición en contra

La reforma de los servicios de inteligencia (BND) ha sido rechazada por todos los partidos de la oposición y sólo han votado a favor los dos partidos gobernantes. El presidente de Los Verdes en el Parlamento alemán, Konstantin von Notz, define esta ley como “una vulneración a la seguridad jurídica". A su juicio, "hace accesibles las comunicaciones secretas y viola la Constitución. El BND ha espiado durante más de diez años de forma ilegal, ya que si no, no haría falta legalizar sus prácticas. Todo esto ha ocurrido a pesar de las importantes revelaciones de Edward Snowden y con el beneplácito del Gobierno”, declara.

Para el partido ecologista el mayor peligro de esta ley es que “dañará la idea de Europa y va en contra de la legislación europea, pues deja al descubierto el secreto de las telecomunicaciones”. Hay sectores y grupos sociales que pueden verse especialmente afectados por este espionaje. Konstantin von Notz pone como ejemplo los abogados, médicos, “pero también los grupos con motivaciones políticas que pudieran verse afectados por el registro sistemático y espionaje de sus conversaciones y el total de su estructura debido a las evaluaciones de metadatos”, explica. Ejemplos de leyes similares se pueden encontrar en Reino Unido, Estados Unidos y han sido recientemente modificadas en Francia y Rusia.

Son también contrarios a esta reforma el partido Die Linke. Martina Renner, parlamentaria de la formación izquierdista, expresó en el Bundestag su desacuerdo con esta reforma de forma dura y contundente. “Es deliberadamente ilegal. Sé de lo que hablo, este es el resultado de nuestras investigaciones en el tema desde hace dos años y medio. Son ustedes un peligro para la democracia. Una ley así hace indigno a un Estado que se considera democrático”, dijo dirigiéndose al ejecutivo.

El rechazo a la nueva ley ha sido asimismo expresado por organizaciones como Amnistía Internacional y Reporteros Sin Fronteras, quien ya recoge firmas para que sea derogada. Estos últimos advierten del peligro que supondrá para la libertad de prensa. Christian Mihr, su director ejecutivo, cree que “en el futuro, cualquier régimen represivo que quiera espiar a periodistas extranjeros podrá acceder a las bases (ahora) legales que ha manejado Alemania”, declara.

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