Este artículo se publicó hace 2 años.
La alianza con Marruecos en el Sáhara pasa factura: Argelia estrecha su cooperación energética con Italia en detrimento de España
Mario Draghi, primer ministro italiano, logra que Argel incremente notablemente su exportación de gas a Roma. Mientras, la empresa española Naturgy aborda una difícil negociación con la empresa pública argelina para cerrar el precio del gas hasta 2024 después de que Argel hablara de subirlo a su cliente español.
Madrid-Actualizado a
España ya está empezando a pagar su cambio de postura respecto al Sáhara Occidental en la factura energética. El viraje del Gobierno de Pedro Sánchez con su apoyo al plan de autonomía propuesto por Marruecos para este territorio aunque sea a costa de agraviar al pueblo saharaui y a Argelia ya empieza tener consecuencias. La primera de ellas ya se barruntaba casi desde el mismo momento en el que el Ejecutivo anunció su decisión y Argelia expresó su malestar: una más que probable subida del precio del gas que España importa del país magrebí.
Este martes se ha concretado una segunda: Italia pasa a convertirse en el gran socio europeo de Argelia en la importación de gas en detrimento de España. Este pasado lunes el primer ministro italiano, Mario Draghi, viajó a Argel y logró un acuerdo muy ventajoso con las autoridades argelinas.
Interesada en reducir su actual dependencia del gas ruso en el contexto de la invasión de Ucrania, que supone el 40% de su consumo, Italia ha logrado que Argel envíe más gas a Roma, en concreto 9.000 millones de metros cúbicos anuales más en 2023 y 2024. El acuerdo logrado por Draghi supone un 50% más de las exportaciones actuales y representará un tercio más del gas que recibirá España, según algunos medios. El suministro se realizará a través del gasoducto ítalo-argelino Transmed. A lo largo de 2021, Argelia se posicionó como el segundo principal proveedor de gas para Italia, con el 31% de las importaciones. Ahora, con este acuerdo, más del 50% de gas importado por Argelia provendrá de Argelia.
De hecho, Argelia ha expresado su deseo de tener una relación cada vez más estrecha con Italia, incluso después de decir que no descartaba revisar los precios del gas a su "cliente español", tal como aseguró el presidente de la compañía pública argelina de hidrocarburos Sonatrach, Toufik Hakkar hace un par de semanas.
El acuerdo entre Argelia e Italia perjudica los planes de España de convertirse en el gran centro de almacenaje de gas en Europa. Con seis plantas regasificadoras a lo largo y ancho del territorio, España tiene capacidad para almacenar un tercio de gas en toda Europa. Ahora España pierde posiciones para ser el gran hub europeo donde almacenar y redistribuir el gas a otros países europeos.
Una negociación compleja
Hay también una segunda consecuencia: en un clima político marcado por las fricciones entre España y Argelia a cuenta de la nueva posición española sobre el Sáhara Occidental, la multinacional española Naturgy negocia con la argelina Sonatrach la actualización del precio del gas que recibe de Argelia. En concreto, ambas partes tratan de pactar ahora los precios del gas que estarán vigentes en el período 2022-2024.
Fuentes conocedoras del sector señalan a EFE que estas negociaciones siempre son "complejas", pero ahora se han puesto un poco más cuesta arriba después de las palabras del presidente de Sonatrach de subir el precio al cliente español. El desencadenante de esta situación es, más allá del elevado precio del gas en los mercados internacionales (que también influye), el aval español al plan de autonomía planteado por Marruecos para el Sáhara Occidental.
Las negociaciones entre ambas partes arrancaron en octubre y se trata de una revisión ordinaria del contrato de gas con Argelia, aseguran las fuentes citadas por EFE. Si bien los precios del gas se deben revisar periódicamente, el contrato entre Naturgy y Sonatrach está en vigor hasta el año 2032 y tiene un valor de unos 12.000 millones de euros. Sin embargo, el presidente de Naturgy, Francisco Reynés, ya admitió hace unos días que las negociaciones no van a ser fáciles, porque "todo influye", en referencia al clima político entre España y Argelia.
Si algo invita al optimismo es que la relación comercial entre ambas empresas energéticas data de los años setenta y que Sonatrach es accionista de Naturgy, de la que controla un 4,1%. Argelia es el primer proveedor de gas de España –aportó un 39,1% del gas consumido en el último año, si bien en febrero su aportación fue algo menor, del 23,2%, ocupando el segundo lugar, por detrás de EEUU, según datos de Cores– y, en el lado contrario, España es también uno de los principales clientes de Argelia, junto a Italia.
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