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Amnistía Internacional denuncia
que Israel cometió crímenes de
guerra en el ‘Viernes Negro’

Un informe señala que posiblemente Israel también cometió crímenes contra la humanidad en agosto de 2014 en la Franja de Gaza y solicita a la gente que escriba a los políticos occidentales para se abra una investigación imparcial.

Soldados israelíes sobre vehículos blindados.- REUTERS

EUGENIO GARCÍA GASCÓN

JERUSALÉN – Un detallado informe confeccionado por Amnistía Internacional (AI) revela que el ejército israelí cometió crímenes de guerra y probablemente también crímenes contra la humanidad durante el feroz ataque que llevó a cabo el verano pasado contra la ciudad de Rafah, al sur de la Franja de Gaza, y que se prolongó cuatro días.

El 1 de agosto de 2014 los milicianos de Hamás capturaron a un militar israelí en el área de Rafah, y esta operación desencadenó una reacción desmesurada del ejército en una buena parte de la ciudad fronteriza con Egipto que no terminó hasta el 4 de agosto, y que causó una destrucción de viviendas descomunal, así como la muerte de entre 135 y 200 civiles y un elevado número de heridos.

Un año después, AI ha publicado su informe sobre aquellas jornadas que se iniciaron el llamado Viernes Negro (1 de agosto), una de las jornadas más mortíferas de la guerra que duró 51 días y una de las tres ocasiones en que el ejército aplicó la denominada “Directiva Aníbal”, un controvertido protocolo que sigue siendo secreto al día de hoy y sobre el que solamente han transcendido información general.

El informe, en el que también ha colaborado Forensic Architecture, un equipo de investigación de la Universidad de Londres, describe lo que ocurrió a partir de las 7.00 horas del 1 de agosto, cuando el ejército inició una operación militar. Esta operación se desarrolló solamente una hora antes de que tuviera que comenzar un alto el fuego que habían acordado Israel y las Brigadas Izz al Din al Qassam, las milicias de Hamás, y que no llegó a entrar en vigor.

“Testigos palestinos han descrito a aviones, drones, helicópteros y artillería disparando intensamente contra encrucijadas, contra vehículos indiscriminadamente, ambulancias y transeúntes que volvían a casa para el alto el fuego (de 72 horas que estaba a punto de comenzar)”, dice el informe. “Toda la evidencia indica que las fuerzas israelíes cometieron crímenes de guerra en Rafah, y posiblemente crímenes contra la humanidad, y ahora deben asumir las responsabilidades”.

Tiroteo inicial

El informe señala que el incidente inicial se produjo cuando una patrulla de soldados se encontró con un comando de milicianos en un terreno agrícola de Rafah. Hubo un tiroteo en el cual murieron dos militares y los milicianos tomaron como prisionero a un militar malherido, el teniente Hadar Goldin, que los milicianos condujeron hasta un túnel cercano.

Cuando los israelíes se dieron cuenta de que el teniente había sido capturado vivo, los sistemas de transmisión comenzaron a gritar “¡Directiva Aníbal!, ¡Directiva Aníbal!”, y a continuación el ejército desplegó toda su fuerza no sólo en el área donde fue capturado Goldin sino también en amplias zonas de la ciudad de Rafah, donde viven 350.000 personas, causando una destrucción similar a la que unos días antes se causó en la localidad de Shuyaiya, al este de la ciudad de Gaza.

La Directiva Aníbal estipula que el ejército debe evitar la captura con vida de un soldado aún poniendo en peligro su vida


La Directiva Aníbal, aprobada en 1986, estipula que el ejército tiene que evitar a cualquier precio la captura de un soldado propio que después pueda ser intercambiado por prisioneros palestinos o libaneses, incluso poniendo en peligro la vida del soldado. El nombre de la directiva se refiere al general cartaginés que prefirió suicidarse antes que caer prisionero de los romanos. Es un protocolo que se ha criticado en Israel, incluso dentro del ejército, pero sólo en contadas ocasiones.

El informe de AI narra lo que ocurrió entre el 1 y el 4 de agosto de 2014 con informaciones que ha recogido de testimonios de las víctimas , médicos, periodistas, activistas de derechos humanos, organizaciones internacionales y locales que han trabajado sobre el terreno, medios de comunicación y fuentes oficiales israelíes y palestinas.

Un soldado israelí de artillería declaró que su batería “disparó con la mayor intensidad” posible. Un año después, el ejército todavía no ha decidido si abrirá una investigación o no sobre la operación del Viernes Negro, pero ha reconocido que disparó más de 2.000 bombas y misiles solo el día 1 de agosto, de los que mil bombas y misiles se dispararon en las tres horas siguientes a la captura de Goldin.

En el momento de la captura no se dijo que el teniente Goldin era primo segundo del ministro de Defensa, Moshe Yaalon, porque el ministerio prohibió informar de esta circunstancia, aunque no hay pruebas de que la destrucción de Rafah fuera consecuencia de este parentesco.

Bombardeos a servicios sanitarios

Según publicó en su momento la UNRWA, la agencia de las Naciones Unidas para los refugiados palestinos, durante la aplicación de la Directiva Aníbal, Israel bombardeó, entre otros objetivos, una tercera parte de los hospitales de Rafah, catorce centros de asistencia primaria y 29 ambulancias de la Media Luna Roja que recogían a los muertos y heridos.
El ministerio de Exteriores israelí ha desautorizado el informe declarando que es “fundamentalmente tendencioso”. “Cuando alguien lee el informe obtiene la impresión de que el ejército estaba luchando contra sí mismo ya que no se mencionan actividades de combate de Hamás u otros grupos terroristas palestinos”, ha dicho Emmanuel Nahshon, portavoz de Exteriores.

El informe de Amnistía Internacional solicita a la gente que escriba cartas a los políticos occidentales con el fin de que se investigue de manera imparcial los supuestos crímenes de guerra cometidos por Israel y se lleve a juicio a sus responsables.

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