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La aviación de Francia se pone al frente de la guerra

Un cazabombardero del Ejército galo destruye un avión libio. La artillería de Gadafi prosigue los ataques contra los rebeldes en Misurata y Ajdabiya

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La aviación francesa sigue al frente de las operaciones militares en Libia, donde este jueves una patrulla de cazabombarderos Rafale destruyó un avión libio que violaba la zona de exclusión aérea decretada por las Naciones Unidas.

Según indicó el Estado Mayor francés, un avión de reconocimiento AWACS de la coalición internacional detectó este jueves una aeronave en vuelo en la zona de Misurata, la ciudad situada a 210 kilómetros al este de Libia cuyo control se siguen disputando los sublevados y las fuerzas de Gadafi.

Según el ministro de Exteriores francés, la operación 'durará días o semanas'

Tras localizar al aparato, la aviación francesa 'hizo un disparo con armamento A2SM [un misil aire-tierra], cuando el avión de combate de las fuerzas del coronel Gadafi acababa de aterrizar en la base aérea militar de Misurata', precisó el comunicado oficial.

El ataque contra este avión, un obsoleto G-2/Galeb que probablemente se usaba ya sólo para tareas de entrenamiento, no fue la única acción militar protagonizada por los cazas franceses. Una veintena de aeronaves del Ejército galo participó en las operaciones bélicas de este jueves.

París aspira a que sus aviones estén en cabeza de unas acciones que, según explicó este jueves el ministro francés de Asuntos Exteriores, Alain Juppé, deberían conducir en 'días o semanas, y seguramente no en meses,' a la destrucción de la capacidad militar de Gadafi.

La Unión Africana trata de impulsar un alto el fuego entre los combatientes

'Sólo cinco días [de bombardeos aéreos] no son suficientes para conseguir nuestro objetivo', subrayó el jefe de la diplomacia francesa por la mañana. Horas después, una vez que cayó la noche en Trípoli, los aviones de la coalición internacional bombardearon por sexta noche consecutiva la capital libia, informó la televisión estatal.

La cadena Al Arabiya había informado antes de que la fuerza aérea aliada había atacado Sabha, un feudo de Gadafi en el sur del país.

Un alto funcionario del régimen confirmó a su vez que varios depósitos de combustible y una torre de telecomunicaciones en Trípoli estuvieron entre los blancos de la coalición internacional.

El viceministro libio de Exteriores, Jaled Kaim, aseguró, por su parte, que los aviones occidentales atacaron también complejos militares y civiles en la región central de Kufra, Trípoli, Misurata y zonas situadas al sur de Bengasi, la capital de los rebeldes.

Sin embargo, los ataques aéreos no bastan para impedir que el Ejército libio lance sus carros de combate contra sublevados y civiles.

Los bombardeos han destruido en los últimos días algunos tanques de las fuerzas de Gadafi en las afueras de Misurata, pero, subrayó un habitante de la ciudad a Reuters, no han detenido a los carros de combate que siguen en el interior de la ciudad. Un hecho que subraya la dificultad que entraña proteger, sólo desde el aire, a la población civil libia, el objetivo declarado de la misión internacional.

El Gobierno libio aseguró este jueves haber recuperado el control total de Misurata, algo que los rebeldes niegan. Las fuerzas del dictador entraron en la ciudad amparándose en la oscuridad de la noche y bombardearon el área aledaña al hospital. Francotiradores a sueldo del régimen disparaban contra el centro sanitario, según han relatado varios testigos.

'La situación es muy grave', advirtió por teléfono un médico a Reuters, antes de que la comunicación se cortara. Un residente de Misurata aseguró a su vez que 6.000 trabajadores egipcios y de otros países africanos estaban atrapados en el puerto con sus familias. Estas personas no pudieron huir en los primeros días del conflicto y ahora se encuentran en medio del fuego cruzado.

En Ajdabiya, una ciudad vital por su situación en un nudo de comunicaciones, los combates entre los rebeldes y el Ejército fiel al dictador prosiguen.

Mientras tanto, la Unión Africana trata de impulsar un alto el fuego. Por ello ha convocado una reunión en Adis Abeba a la que asistirán representantes del régimen y de la oposición libios con el fin de 'alcanzar un alto el fuego y una solución política'. A esta reunión, de la que informó este jueves el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, asistirán otras organizaciones regionales.

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