El Ayuntamiento de Pekín recrudece la censura en internet

El Gobierno local de Pekín apretó ayer un poco más la tuerca de la censura en internet al anunciar que obligará por ley a todos los usuarios de microblog a registrar su nombre real ante el administrador de la web. Los nuevos usuarios tendrán que pasar por el aro a la fuerza, mientras los ya existentes, que en toda China suman 300 millones, tienen un margen de tres meses para cumplir con el reglamento.

De momento, la ley es sólo de carácter local y afecta a las empresas que prestan servicio con sede en la capital china. Eso significa que el mayor proveedor del país, Sina Weibo, con 250 millones de usuarios y conocido en el exterior como el Twitter chino, también se verá afectado. Un palo muy duro a la escasa libertad de expresión del país, a la que Weibo, con su inmediatez y su capacidad para eludir la censura, ha contribuido enormemente.

Pekín tiene motivos para cortar las alas a una plataforma donde cada vez más gente airea su rabia y frustración sobre la corrupción y las injusticias sociales.

En julio, el accidente de un tren bala, que causó 39 muertos, fue desvelado a través del microblog y dejó al descubierto la pobre gestión de la tragedia por parte de las autoridades. En agosto, una convocatoria hecha en Weibo sacó a la calle a 12.000 personas en Dalian para exigir el cierre de una planta petroquímica. Y estos días, decenas de miles de personas han podido saber que el pueblo de Wukan, al sur del país, se ha levantado en armas contra las expropiaciones forzosas. No es casual que la nueva ley prohiba explícitamente "incitar concentraciones ilegales".

"El objetivo de la nueva ley es proteger los intereses de los usuarios y mejorar la credibilidad de la web", afirmó un funcionario a la agencia oficial Xinhua. El Gobierno chino lleva tiempo a la caza de los autores de "rumores falsos" que perjudican la estabilidad social. Con esta nueva ley, el Ayuntamiento de Pekín por fin conocerá el nombre, teléfono y dirección de sus elementos perniciosos.