Este artículo se publicó hace 12 años.
Bahréin aplasta la celebración del primer año de la revuelta
La Policía dispersa las protestas en Manama con gas lacrimógeno
Más de 3.000 detenidos, 35 muertos, 4.000 personas despedidas de sus trabajos por haber participado en manifestaciones, decenas de lugares de culto chiíes demolidos y un número que se desconoce de juicios sumarios que, en algunos casos, acabaron en condenas a cadena perpetua. Ese es el balance de la revuelta iniciada en Bahréin hace un año.
La dinastía suní de los Al Jalifa, en el poder en el país más pequeño del Golfo Pérsico desde hace 200 años, logró entonces que la represión a la protesta que tomó como emblema el monumento a la Perla, situado en la plaza homónima, desapareciera de los medios de comunicación. En marzo, una vez desalojada la plaza y con los tanques de Arabia Saudí ya en sus calles, a petición del propio rey del país, Bahréin prácticamente desapareció de los titulares.
Al menos 30 personas han sido detenidas en la capital bahreiní
Un logro que este martes, en el primer aniversario del levantamiento popular, las fuerzas de seguridad del régimen se mostraron dispuestas a mantener a toda costa. Para ello, la Policía cerró a cal y canto los accesos a la antigua plaza de la Perla, ahora rebautizada, en la que ya no queda rastro del monumento que simbolizó la revuelta, arrasado por los bulldozer del régimen.
Vehículos blindados sitiaron el centro de la capital después de una noche de enfrentamientos entre la Policía y jóvenes de las afueras. Los manifestantes, llegados de barrios de mayoría chií, habían tratado en vano de alcanzar la plaza de la Perla, en la que estuvieron acampados durante un mes antes de ser desalojados.
Una calma engañosaDesde marzo, 20 opositores han muerto a manos de la Policía
"Las principales calles parecen estar en calma; la razón es que todos los manifestantes están encerrados en sus pueblos y están siendo atacados [por la Policía], explicó Mohamed, un manifestante, a la BBC.
De madrugada, los antidisturbios, con apoyo aéreo de helicópteros, utilizaron gases lacrimógenos y balas de goma para dispersar las manifestaciones en localidades del extrarradio. Algunos opositores respondieron con piedras y cócteles-molotov.
"Apuntaban hacia nosotros, ni siquiera dispararon primero al aire", declaró un manifestante a Reuters. En total, 30 personas, entre ellas algunos conocidos activistas, fueron detenidas.
El levantamiento que empezó el 14 de febrero de 2011 tradujo el deseo de reformas democráticas, pero también el descontento de la mayoría chií (70% de la población), que asegura estar discriminada por la dinastía suní de los Al Jalifa y sus élites. Bahréin, firme aliado de Occidente, es la base de la Quinta Flota de EEUU.
El régimen bahreiní logró aplastar las protestas en marzo, pero desde entonces la paz en el país es sólo aparente. El lunes, Amnistía Internacional denunció que, desde el final de la revuelta, al menos 20 opositores han muerto a manos de las fuerzas de seguridad.
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