Es difícil calcular qué es más propio del estilo de Dan Brown (autor de 'El Código Da Vinci' y 'Ángeles y demonios'), si las informaciones que están sacando los diarios italianos sobre las guerras internas dentro del Vaticano -los conocidos como Vatileaks o Vaticanleaks - o las explicaciones que da sobre el tema la propia Iglesia, que habla de la intervención 'del maligno'.

En un adelanto de la entrevista que publicará la revista Familia Cristiana el próximo jueves, el cardenal y secretario de Estado del Vaticano, Tarcisio Bertone, habla de una conspiración de los medios de comunicación para manchar la imagen del papa Benedicto XVI y acusa a los periodistas de 'jugar a ser Dan Brown'. 

'Personalmente no tengo constancia de la relación de ningún cardenal con estos hechos o de luchas entre personalidades eclesiásticas para la conquista de un poder misterioso', dijo Bertone sobre la filtración de noticias en torno al Vaticano y de lo que de momento se acusa al exmayordomo del papa, Paolo Gabriele, detenido a principios de este mes. 'La traición a nuestra confianza es lo más doloroso pero ha sucedido [...] y creo que muchos periodistas están jugando a imitar a Dan Brown', aseguró.

'Están inventando fábulas y volviendo a contar viejas leyendas. Como la que dice que un monseñor del Vaticano viniera a Génova a convencerme de que aceptara la proposición del papa para hacerme secrteario de Estado. ¡Es totalmente falso! Pero en cada reconstrucción que se hace de mi nombramientoleo este episodio. La verdad es que hay una voluntad de división que viene del maligno. La unidad entorno al papa es fundamental. Da fuerza a las obras de la iglesia por el bien común y la sociedad civil. Y ahora se está intentando dividir. En realidad, en la Secretaría de Estado, hay unidad entre todos los colaboradores, un compromiso que no existe en ningún otro lugar', declaró

Bertone también repasa el caso de la destitución del expresidente Ettore Gotti Tedeschi como presidente del Instituo para las Obras Religiosas (IOR), el banco del Vaticano. 'La cuestión del expresidente está clara. La publicación de las intervenciones del Consejo de supervisión muestra que su destitución no se debe a dudas internas sobre la voluntad de transparencia, sino a que se deterioraron las relaciones entre los consejeros, por puntos de vista diferentes, y fue lo que llevó a decidir cambiar'.

Bertone, que por otra parte controla el órgano de supervisión del IOR, dijo que 'está aplicando normas bien precisas ya antes de la ley contra el lavado de dinero [solicitada por Benedicto XVI a finales de 2010]'. También subrayó que 'el Consejo está compuesto por personalidades del ámbito económico-financiero y ha continuado reforzando la línea de la transparencia para recuperar el nivel internacional que debe tener esta institución'. Lo que no explica Bertone es que esa ley, que pedía máxima transparencia a través de un organismo interno de control, modifica la normativa en abril de 2011 negándose a revelar información sobre las operaciones financieras anteriores a esa fecha.

Por ultimo, Bertone acusó a los periodistas de publicar documentos secretos del Vaticano amparándose en el artículo 21 de la Constitución italiana, que protege el derecho a la libertad de expresión, 'violando el artículo 5 de la misma, que habla de la inviolabilidad de la correspondencia y cualquier otra forma de comunicaciones'.