El caso Bettencourt de ocultación de fraude fiscal, tráfico de influencias y financiación irregular de los conservadores franceses se enriqueció ayer con un episodio más. Si tras el estallido del escándalo, en la primavera de 2010, se descubrieron dos cuentas secretas de la heredera de L'Oréal en el extranjero, con 78 millones de dólares, y así todo pareció regularizado, ayer la web de investigación Mediapart reveló que no es así. No eran dos, sino 12 cuentas más.

Y, por ellas, se evaporaron entre el escándalo público y el control fiscal y repatriación bancaria de los dos depósitos que se enseñaron a la opinión pública, casi la totalidad de los más de 120 millones de euros que eran ocultados. En ellas, los inspectores han detectado 'vertiginosas desapariciones de capitales'. Una de las cuentas vio desaparecer prácticamente la totalidad de sus 23 millones, para quedarse casi en números rojos en sólo dos años. La otra pasó de 59 millones a casi nada en un año

La web publicó las informaciones contenidas en un 'informe de síntesis' de la Dirección Nacional de Verificaciones de las Situaciones Fiscales, fechada el 31 de agosto de 2011. Y en ella, según confirmaron después a la agencia AFP fuentes del propio fisco, consta que en realidad hay 12 cuentas más ocultadas por Liliane Bettencourt, abiertas en seis establecimientos diferentes, y la mayoría de ellas en Suiza, aunque también en Singapur.

La tercera fortuna de Francia, de 89 años de edad, era 'la beneficiaria de todas las cuentas en el momento de la repatriación de las dos cuentas a Francia, efectuada a finales de 2010 tras la revelación del caso', explica Mediapart.