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Caza de elefantes Botsuana autoriza la caza de elefantes por su impacto en la población y el turismo de safari

El Ministerio de Medio Ambiente ha levantado la prohibición alegando el creciente impacto que el elevado número de estos animales está teniendo en la población, principalmente por la destrucción de cosechas y medios de vida. A su vez, el turismo de safaris de lujo aporta jugosos ingresos al país.

Una manada de elefantes pastando en una zona del noreste de Botswana | REUTERS/ Siphiwe Sibeko

Agencias

El Gobierno de Botsuana, país con más elefantes del mundo, ha decidido levantar la prohibición de cazar estos animales en su territorio, alegando el creciente impacto que el elevado número de estos animales está teniendo en la población, principalmente por la destrucción de cosechas y medios de vida, informaron fuentes oficiales.

La decisión, adoptada después de "extensas consultas con todas las partes implicadas", ha sido anticipada este miércoles por la noche por el Ministerio de Medio Ambiente, en base a los resultados del informe publicado por una comisión creada por el presidente, Mokgweetsi Masisi, con el fin de valorar las consecuencias que la medida estaba teniendo en la población. Dicha comisión recomendó en febrero que se levantara la prohibición.

Este jueves el Ministerio ofrecerá una rueda de prensa para dar más detalles. El aumento de los conflictos entre humanos y elefantes -por ejemplo, por incursiones de los paquidermos en localidades y terrenos de cultivo- o el aumento de los depredadores (derivado del crecimiento demográfico de los elefantes) y sus consecuencias para el ganado figuran entre los motivos señalados para el fin del veto.

El Gobierno también alega que la prohibición, instaurada en 2014 por el anterior presidente del país, Ian Khama (2008-2018), ha tenido un "impacto negativo" en la forma de vida de muchas comunidades que antes se beneficiaban de ella. 

"Dos escuelas de pensamiento"

En general, Botsuana considera que hay "consenso general" entre los implicados para que se levante el veto, si bien el Ministerio también reconoció que empezó el proceso de consultas en febrero pasado porque había "dos escuelas de pensamiento" al respecto. Ese debate involucró a las comunidades afectadas por el aumento de la población de elefantes, autoridades locales, ONG, empresas de turismo, investigadores y conservacionistas, entre otros.

El turismo de safaris de lujo aporta jugosos ingresos al país

Según ha explicado el Ministerio en su nota, la comisión llegó a la conclusión de que "el número y los altos niveles de conflicto entre humanos y animales y el consiguiente impacto en los medios de viva estaba aumentando". Así las cosas, ha asegurado que trabajará con todas las partes para que la autorización de la caza de elefantes "se haga de forma ordenada y ética" y conforme a las leyes sobre conservación de la fauna salvaje del país.

Con más de 135.000 ejemplares, Botsuana tiene la mayor densidad de población de elefantes del mundo. El actual presidente, Mokgweetsi Masisi, mantiene una postura contraria a la inviolabilidad de los elefantes, puesto que el turismo de safaris de lujo aporta jugosos ingresos al país.

La prohibición internacional de comerciar con marfil

A comienzos de mayo, Masisi fue anfitrión de un foro con los países vecinos -un grupo que en total alberga dos tercios de los 400.000 elefantes que se estima que quedan en África- en el que incluso defendió el fin de la prohibición internacional de comerciar con marfil.

Se calcula, según datos del Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF), que en la primera mitad del siglo XX había más de tres millones de elefantes en la región. La población total ha disminuido en menos de un siglo hasta situarse en el 13% de aquellas cifras.

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