Brasil denuncia la conspiración de militares de Jair Bolsonaro en el intento de golpe de Estado de principios de año
El asalto vivió un nuevo capítulo tras la renuncia la semana pasada del ministro del Gabinete de Seguridad Institucional del presidente Lula da Silva, Gonçalves Dias, acusado de divulgar imágenes sobre el interior del Palacio de Planalto.
Pablo Giuliano (Página 12)
Brasilia-Actualizado a
El Gobierno de Brasil denunció este lunes una conspiración de los principales generales y militares del gabinete del expresidente Jair Bolsonaro en el masivo asalto del 8 de enero perpetrado por activistas simpatizantes del exmandatario para pedir un golpe de Estado.
Así lo afirmaron el viceministro de Justicia, Ricardo Cappeli, y el ministro de Comunicación Social, Paulo Pimenta, tras comentar este domingo las imágenes divulgadas por el Gabinete de Seguridad Institucional. En los vídeos se apreciaba la inacción de los militares encargados de defender el Palacio de Planalto.
El asalto vivió un nuevo capítulo tras la renuncia la semana pasada del ministro del Gabinete de Seguridad Institucional del presidente Lula da Silva, Gonçalves Dias, acusado de divulgar imágenes sobre el interior del edificio.
El general retirado, hombre de confianza de Lula, renunció al cargo después de aparecer en las imágenes aparentemente sin repudiar a los vándalos que estaban dentro del Palacio, pero la situación más grave, según el Gobierno, es la inacción y la colaboración con los golpistas que tuvieron los otros miembros del Gabinete de Seguridad Internacional (GSI), todos herencia del bolsonarismo.
Intento de golpe de Estado
El golpe ocurrió a una semana de la asunción de Lula y el gabinete de seguridad –que tenía el control de los servicios de inteligencia– no había sido reemplazado.
"Se terminó la farsa: imágenes divulgadas muestran que siete de los nueve militares del GSI que estaban en el Palacio del Planalto durante la invasión del 8 de enero eran guardias de Bolsonaro y participaron incluso de sus caravanas en moto. La comisión parlamentaria que se instalará en Congreso traerá toda la verdad sobre el golpe", aseguró el ministro Paulo Pimenta.
Ricardo Cappeli, por su parte, fue designado como ministro interno del Gabinete de Seguridad Institucional y sostuvo que su antecesor actuó de buena fe, no como el resto de los militares que continuaban en sus cargos desde el bolsonarismo. En ese sentido, Cappelli acusó al exjefe del GSI bolsonarista, el general retirado Augusto Heleno, de haber dejado el órgano en condiciones para llevar adelante "conspiraciones" contra Lula.
Los militares eran de confianza de Bolsonaro y participaron en sus comitivas al exterior y de su seguridad en eventos electorales
También incluyó en un mensaje por las redes sociales al exjefe de gabinete y exministro de Defensa, Walter Braga Netto, candidato a vicepresidente de Bolsonaro en las elecciones de 2022 vencidas por Lula: "Sé lo que vi y escuché al mando de las tropas el 8 de enero. No es posible falsificar los hechos creando una narrativa histórica como intentan hacer los extremistas terraplanistas. ¿Dónde están Heleno y Braga Neto? Si hay un conspirador y general golpista, ciertamente no es el honorable general Dias", escribió Cappeli.
Según el diario O Estado de Sao Paulo, estos militares eran de confianza de Bolsonaro y participaron de sus comitivas al exterior y de su seguridad en eventos electorales. A partir de estos videos, el lulismo adhirió a la apertura de una comisión para intentar bloquear lo que llaman el "terraplanismo", es decir, intentar imponer la idea de que los bolsonaristas que ingresaron en los tres poderes del Estado para destruirlas eran infiltrados para perjudicar a Bolsonaro.
Declaración de Bolsonaro
El expresidente Bolsonaro debe declarar el miércoles ante la Policía Federal por su supuesta vinculación con los actos golpistas, en los que ya fueron detenidos 1.390 ultraderechistas, de los cuales 100 han sido procesados y enviados a la fase de juicio por intento de golpe de Estado.
Su exministro de Justicia, Anderson Torres, está detenido por planificar los ataques. Torres, en la primera semana de enero, que había sido designado secretario de Seguridad del gobierno de Brasilia, viajó a Estados Unidos el día del intento del golpe de Estado viajó a para reunirse con Bolsonaro.
Tras este acontecimiento vivido a comienzos de este año, todos los bolsonaritas del GSI fueron destituidos, así como la cúpula del Ejército, que se había negado a reprimir a los ultraderechistas que habían acampado en la vereda del cuartel general.
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