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Brasil La salida de Ford en Brasil dejará sin empleo a unas cinco mil personas

El presidente del Gobierno brasileño, Jair Bolsonaro, ha acusado a la empresa automovilística de querer recibir incentivos fiscales para quedarse.

El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, ajustándose la mascarilla.
El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, ajustándose la mascarilla. Reuters

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El pasado lunes, el  fabricante de automóviles Ford anunció que en 2021 cerrará sus tres plantas de producción en Brasil como parte de una restructuración de sus operaciones en Latinoamérica, que le va a suponer unos costes de 4.100 millones de dólares.

La producción cesará "inmediatamente" en las plantas de Camacari y Taubaté, aunque continuarán suministrando partes "durante varios meses para dar apoyo a los inventarios", mientras que otra planta en Horizonte seguirá operando hasta el cuarto trimestre de 2021, informó la empresa.

"Estamos trasladándonos a un modelo de negocio más austero y ligero en activos al cesar la producción en Brasil y servir a los clientes con algunos de los mejores y más excitantes vehículos en nuestra cartera global", dijo en una nota el máximo ejecutivo de Ford, Jim Farley. Además, Ford dice que mantendrá sus operaciones de atención al cliente en Brasil, incluyendo las ventas, el servicio, el mercado posventa y apoyo de garantía, así como su centro de desarrollo de producto en Bahía, su campo de pruebas en Tatuí y su sede regional en Sao Paulo.

El cierre de las tres plantas se produce debido a que la "pandemia de covid-19 amplifica una persistente capacidad inactiva de la industria y una lenta facturación que han resultado en años de pérdidas significativas", de acuerdo con la nota, que señala un "entorno económico desfavorable". La decisión afectará a unos 5.000 empleados, indicó el canal económico CNBC, e implica que Ford dejará de vender los modelos EcoSport, Ka y T4 una vez se agoten los inventarios.

Bolsonaro acusa a Ford de mentir

Sin embargo, tal y como informa Página 12,  el presidente Jair Bolsonaro ha salido este martes contra la empresa y afirma que estos "no dijo la verdad" sobre la decisión de dejar de producir en su país. Asimismo, ha acusado a Ford de querer recibir incentivos fiscales para quedarse.

"A Ford le faltó decir la verdad. Ellos querían seguir recibiendo subsidios de 20.000 millones de reales (4.000 millones de dólares) como hicieron los últimos años con el dinero de impuestos de ustedes, para seguir fabricando autos", informó Bolsonaro en la puerta del Palacio de la Alvorada.

Bolsonaro: "A Ford le faltó decir la verdad. Ellos querían seguir recibiendo subsidios de 20.000 millones de reales"

Según las fuentes del mismo medio, Tras dar a conocer la noticia del cierre, la compañía internacional informó que abastecerá ese mercado con vehículos importados de Argentina, Uruguay y de terceros países, como parte de un proceso de reestructuración global. La automotriz precisó que en Brasil "la producción cesará inmediatamente en las plantas de Camaçari y Taubaté, continuando con la producción de algunas piezas por pocos meses para dar soporte a inventarios para atender el mercado de reposición".

La empresa mantendrá en el país su Centro de Desarrollo de Producto en Bahía, su Campo de Pruebas en Tatuí, San Pablo, y sus oficinas centrales regionales en San Pablo, y continuará atendiendo a sus clientes con operaciones de ventas, repuestos, servicio y garantía en Brasil y Sudamérica.

Protestas de los trabajadores de Ford contra el Gobierno

Tal y como cuenta Página 12, las y los trabajadores de Ford protestaron este martes contra la retirada y responsabilizan al Gobierno de Bolsonaro. Las primeras protestas empezaron en Camaçari, en el interior de Bahía, donde la empresa tiene la primera fábrica de automóviles del Nordeste abierta en 1997, con una política de incentivos fiscales que el Gobierno de Bolsonaro y su ministro de Economía, el ultraliberal Paulo Guedes, combaten.

"Los propios ejecutivos de Ford nos dijeron que era por la inestabilidad económica y la incertidumbre del Gobierno federal", resaltó el presidente del Sindicato de Metalúrgicos de Bahía, Julio Bomfim. Bomfim señaló que la decisión de Ford es un "crimen" contra 12.000 empleos directos e indirectos y pidió que se investigue la concesión de créditos estatales y exenciones impositivas otorgados a la empresa.

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