Este artículo se publicó hace 2 años.
Bruselas lanza la mayor intervención del mercado eléctrico y prepara la batalla entre los países de la UE
La Comisión Europea presenta su plan de acción energético ante unas perspectivas de invierno cada más frías y propone gravar los beneficios de las eléctricas y limitar el precio del gas ruso.
María G. Zornoza
Bruselas-Actualizado a
"Nos enfrentamos a una situación extraordinaria porque Rusia es un proveedor en el que no se confiar y está manipulando nuestro mercado energético. Hacemos frente a unos precios astronómicos para consumidores y compañías y a una enorme volatilidad del mercado". Con este panorama de fondo ha presentado Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, su plan de acción energético ante unas perspectivas de invierno cada más frías.
La propuesta de la Comisión Europea será debatida por los 27 Estados miembros en el Consejo de Energía extraordinario del próximo viernes. Entre las medidas lanzadas este miércoles por la alemana destacan imponer un tope al precio del gas ruso y gravar los beneficios extraordinarios de las empresas energéticas de hidrocarburos. A ello se suma un límite a los precios de las energías renovables, un mecanismo de liquidez para que los productores eléctricos puedan sobrevivir a este temporal y la obligatoriedad de ahorrar electricidad en las horas clave.
Esta es la base del encuentro de finales de semana. Se prevé que las capitales europeas mantengan un debate abierto y caliente para dar forma y concreción a estas medidas abiertas. Por ejemplo a través de establecer un umbral que determine cuándo un beneficio para gasísticas y petroleras es extraordinario, poner fecha de principio y final a este herramienta temporal o dibujar el margen de acción ante unas medidas nuevas que deben respetar los principios del Mercado Interior, la competencia justa y la transición ecológica.
En la capital comunitaria evitan hablar de impuestos a las empresas de combustibles fósiles. Lo llaman "una contribución temporal solidaria de crisis" que tiene por objetivo que estas compañías entreguen los enormes beneficios recaudados desde el inicio de la guerra y que estos sean redirigidos con el doble objetivo de aliviar la factura de la luz de los consumidores más vulnerables y de impulsar las energías limpias. Algunos países como España o Italia ya toman medidas en esta dirección. La medida es capitaneada por la dirigente alemana, del Partido Popular Europeo, aunque en contraste, el PP español la ha criticado abiertamente en el ámbito nacional.
Desde Oxfam reclaman una acción más firme con todas las compañías que se han beneficiado de la crisis actual. "En los dos últimos años y medios, grandes multinacionales farmacéuticas, energéticas o alimentarias han cosechado grandes ganancias mientras la inflación sigue al alza empujando a más y más personas a la pobreza", asegura su experta Chiara Putaturo. La ONG estima que la fortuna de los millonarios del sector energético y de la alimentación ha aumentado 453.000 millones de dólares en dos años siendo energéticas como Shell o Exxon grandes beneficiarias aglutinando 2.600 dólares de ganancias cada segundo.
El anuncio de Bruselas llega días después de que Rusia anunciase el cierre total del grifo del Nord Stream 1, la principal tubería que suministra de gas a los europeos y, especialmente, a Alemania. El escenario base para articular esta medida es que, por un lado, la UE considera que Moscú está utilizando el gas como arma de chantaje y presión. Y, por el otro, que los gigantes energéticos están acumulando beneficios extraordinarios desorbitados e injustos. La combinación de estos factores está provocando una volatilidad incontrolable de los mercados.
Dos caras de una situación excepcional
En la capital comunitaria celebran que las reservas de gas de cara al invierno ya se sitúan en el 82%, dos décimas por encima de lo demandado hace unos meses. Se congratulan también de que la dependencia del gas ruso ha pasado del 40% previo a la guerra al 9% actual. Noruega, por ejemplo, ya ha adelantado a Rusia como principal proveedor.
"El pánico no es una buena respuesta en ningún caso. Empezamos a hacer frente a la crisis actual buscando mercados alternativos. Después con el ahorro energético. Y ahora estamos en fase de organizar nuestro mercado. Todo lo que hemos hecho hasta ahora nos deja en un buen lugar. No significa que será un invierno fácil, pero nos estamos preparando bien", afirman fuentes comunitarias. Tras un año cerrándose en banda a la reforma del mercado eléctrico europeo, la guerra en Ucrania ha obligado a Bruselas a dirigirse en la dirección que venía pidiendo España desde hace meses.
En el otro lado de la moneda, poner un límite al precio del gas ruso no está exento de grandes riesgos. La UE puede llegar preparada a este invierno, pero la crisis actual es de fondo y estructura. Es decir, de largo recorrido. Bélgica ya advierte de que los próximos diez inviernos serán duros. Y las reservas en los próximos meses y años pueden llegar menos preparadas y a medio gas. El otro factor es que esta medida puede generar el efecto inverso y provocar un aumento de los precios a lo largo del mundo.
Para Bruselas, "el mayor desafío es el precio desorbitado de energía con los combustibles fósiles". Una de las razones del aumento sin precedentes de la electricidad es que el sistema actual vincula el precio de cualquier tipo de energía a la más cara, en este caso a la del gas. Por ello, la otra medida estrella es topar las tecnologías inframarginales, es decir las renovables y la nuclear. Es conocida como una variante de la excepción ibérica, pero la Comisión Europea evita, de momento, apostar por el desacople del gas a los precios de la electricidad como hacen Madrid y Lisboa por miedo a que ello impulse el uso del gas ralentizando más el desenganche de los combustibles fósiles.
Reacción de Rusia
Poco antes de conocer la medida, el Kremlin ya advertía de que dejará de proporcionar energía –carbón, petróleo y gas- si se impone un límite al precio de sus hidrocarburos. El presidente ruso, Vladimir Putin, ha calificado la propuesta europea de "tontería" y "falta de futuro". En un discurso desde el VII Foro Económico Oriental de Vladivostok ha advertido de que todo ello tendrá un impacto en el comercio global y generará precios todavía más elevados. "Nadie en el mundo se beneficiará de aislar a Rusia", ha asegurado.
La relación entre Bruselas y Moscú continúa acrecentándose. "La gente en la UE tiene que pagar con sus bolsillos el precio de esta postura beligerante", asegura en un comunicado el Ministerio de Exteriores ruso, que este jueves ha contratacado al órdago sancionador de Bruselas añadiendo a altos rangos militares a su lista de medidas restrictivas.
Todo ello allana el camino para días, semanas y meses de alto voltaje. La principal cita de la UE llegará el próximo viernes de mano del Consejo de Energía. Cinco días después, Von der Leyen pronunciará en Estrasburgo uno de sus discursos sobre el estado de la Unión más esperados con la crisis energética y los seis meses y medio de guerra en Ucrania en el epicentro.
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