La casa y la banca, con Lagarde

Desde hace días, la casa de apuestas británica William Hill permite jugarse los ahorros adivinando quién liderará el FMI. La francesa Christine Lagarde, ministra de Finanzas, se afianza como caballo ganador y por cada euro invertido se ganarían 2,50. Su fan número uno: Nouriel Roubini, uno de los economistas más prestigiosos que defiende su candidatura en Twitter. En su contra: demasiado afrancesamiento para Washington, máxime cuando aún no se ha digerido el escándalo de Strauss-Kahn.

A cierta distancia de la conservadora francesa, le sigue Kemal Dervis, exministro de Finanzas turco que salvó a su país de la ruina con un fondo de rescate del FMI. Contra Kemal, un muro infranqueable: la ira griega ante la imposición de un turco para coordinar su paquete de rescate.

No hay posibilidad de que la UE quiera infligir ese agravio a todo el país. Mucho más lejos pero en el podio de favoritos destaca un tapado: Montek Ahluwalia.

Este indio lideró la auditora independiente del FMI hasta 2004 y es asesor especial de su Gobierno. En cuarta posición aparece también un nombre sorprendente, Axel Weber, el alemán que se suponía iba a suceder a Trichet al frente del BCE pero que dejó la institución inesperadamente. Ese abandono le hace poco proclive a asumir el puesto.