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El 'caso Mills' se reanuda con las urnas abiertas

'Il Cavaliere' comparece de nuevo acusado de soborno

D. DEL PINO

Silvio Berlusconi solicitó el mes de marzo al Tribunal de Milán acudir sólo los lunes a las audiencias por los cuatro juicios que tiene abiertos en su contra. Así que lo que sucedió hoy era una consecuencia casi inevitable. El primer ministro italiano entró en la sala décima de la Corte lombarda para comparecer en una nueva vista por el caso Mills cuando aún estaban abiertas las urnas en los colegios electorales.

En este proceso, Il Cavaliere está imputado por haber sobornado al abogado británico David Mills para que testificara a su favor en otros dos juicios. Por el juzgado pasó también el exmagnate de la Fórmula 1 Flavio Briatore, el cual tenía participaciones en la empresa a través de la cual la Fiscalía sostiene que el primer ministro pagó 600.000 dólares al letrado.

Berlusconi ha aprovechado la vista para atacar de nuevo a la prensa

Cumpliendo con el estipulado silencio electoral y a diferencia de anteriores vistas, Berlusconi no quiso hacer declaraciones a su llegada al Tribunal. Después, en un descanso sobre el mediodía, se acercó a los periodistas y les lanzó uno de sus dardos: 'Respeto el silencio electoral. No hago declaraciones porque no me fío de vosotros. De hecho tengo una gran desconfianza en la situación informativa actual'.

El ambiente en torno a la Corte también era muy diferente al de otros lunes, ya que precisamente por estar celebrándose los comicios, los coordinadores del Pueblo de la Libertad en Lombardía aconsejaron a los fieles seguidores de Il Cavaliere no asistir. En lo que se refiere a los detractores del primer ministro, sólo había una decena de personas que le lanzaron los habituales gritos de '¡vergüenza!'.

Con la nueva ley de proceso breve, este caso prescribirá sin sentencia

Dentro del Tribunal, la sesión giró casi totalmente en torno a Briatore, que fue citado por el fiscal Mario de Pasquale para que explicara ante los jueces qué relación tenía con Mills. El ex jefe deportivo del equipo Renault de Fórmula 1 dijo que habló por primera vez con él entre 1996 y 1997. Entonces Briatore acababa de vender su parte de la escudería Benetton y estaba buscando una empresa nueva sin capital de terceros en la que invertir ese dinero. Según el empresario, Mills le sugirió la compañía Struie, pero más adelante descubriría que el propio abogado tenía activos en ella.

La Fiscalía cree que a través de Struie Berlusconi pagó el dinero a Mills para comprar su testimonio, y así salpicó a Briatore: 'Todos nuestros problemas nacen de la sociedad Struie, porque Mills no nos había dicho la verdad', dijo.

En la vista, que continuará el próximo lunes, también participó Marina Mahler, nieta del compositor austriaco Gustav Mahler. De cualquier forma, Berlusconi se ha cubierto las espaldas; este proceso está condenado a terminar sin una sentencia firme gracias al proceso breve, una nueva ley salva Berlusconi, que reduce los tiempos de prescripción de los juicios a personas que no han sido condenadas nunca, por lo que el caso Mills, si nada lo impide, prescribirá en unas semanas.

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