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Chávez choca con Uribe por un nuevo gesto hacia las FARC

El Parlamento venezolano otorga a las FARC el carácter de 'grupo beligerante'

G.CASTILLO / AGENCIAS

Lejos de aplacarse, la tensión entre Colombia y Venezuela subió ayer un nuevo peldaño tras el solemne reconocimiento del Parlamento venezolano a las FARC como grupo 'beligerante'.

Para Hugo Chávez, el nuevo estatus es un paso imprescindible para lograr la liberación de 43 rehenes en manos de la guerrilla, entre ellos Ingrid Betancourt. 'El Gobierno colombiano, en lugar de poner todo su empeño en construir una solución política viable y duradera al conflicto armado, busca cualquier pretexto para justificar su lógica militarista', indicó el líder venezolano.

Bogotá acusó a Caracas de injerencia en sus asuntos internos y de intentar desestabilizar la región. El ex canciller Augusto Ramírez señaló que Chávez 'debería reflexionar sobre la soledad de su propuesta sobre las FARC y entender que éste es un tema humanitario y no político'.

En la misma dirección apuntó el titular de la cartera de exteriores, Fernando Araujo, que ya estuvo secuestrado seis años por la guerrilla, al afirmar que el Gobierno de Venezuela 'está más obsesionado con la guerra que comprometido en la liberación de los rehenes'. El portavoz de la Cruz Roja Internacional en Colombia (CICR), Yves Heller, reconoció, en contra de lo que asegura el Gobierno de Uribe, la existencia 'de un grave conflicto armado donde los grupos enfrentados al Estado tienen un cierto control del territorio'. Para Heller, esta situación obliga a aplicar los Protocolos de Ginebra.

Fin de los secuestros

Aunque carente de efectos sobre la realidad colombiana, el texto aprobado por 161 de los 168 diputados de la Cámara venezolana, especifica que la primera exigencia tiene como destinatario a las FARC 'para que ponga fin al secuestro como arma de guerra'.

De visita oficial en Colombia, el jefe del Estado Mayor Conjunto de EE UU, Michael Mullen, mostró su preocupación por la escalada verbal del mandatario venezolano en esta crisis 'que no sólo perjudica a Colombia sino también a nuestro país'.

Precisamente, la guerrilla emitió un comunicado, donde se indica que la supresión del carácter terrorista 'es un gesto para la solución política del conflicto'. Márquez denuncia en su escrito la existencia 'de una intervención militar abierta de Estados Unidos, los unos para imponer la recolonización, los otros para mantenerse en el poder'.

Gustavo Moncayo, conocido en Colombia como El caminante de la paz y padre de un militar secuestrado por las FARC desde el año 1997, pidió ayer a su llegada a Caracas que Uribe y la guerrilla 'flexibilicen sus posturas para lograr la paz y el canje humanitario'. Moncayo ha recorrido andando los 1.500 kilómetros que separan las capitales de ambos países.

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