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Chile busca algún modo de acelerar el rescate

Se ultima el montaje de la máquina que perforará el orificio por el que se recuperará a los atrapados. Cinco mineros muestran síntomas de depresión

SOLEDAD PINO

El Gobierno de Chile está adoptando medidas adicionales para no retrasar e intentar acelerar el rescate de los 33 mineros que permanecen atrapados a 688 metros bajo tierra en una mina del norte del país. El tiempo apremia, especialmente porque se ha constatado que al menos cinco de los trabajadores muestran síntomas de depresión.

Los cinco mineros con peor estado de ánimo se negaron a aparecer en el vídeo de 45 minutos que se filmó el jueves para saludar a las familias y también se están mostrando reacios a alimentarse.

Si engordan, los mineros no cabrán en la cápsula que los rescatará

La estabilidad emocional es el principal problema de salud que amenaza el éxito del rescate. 'Vamos a realizar una entrevista psiquiátrica y haremos una especie de terapia a distancia con cada uno de ellos', dijo el ministro de Sanidad chileno, Jaime Mañalich.

Las familias no han tardado en idear modos de entretenerlos y levantarles el ánimo. 'Son muy fanáticos del deporte, vamos a tener que mandarles vídeos de sus ídolos. Vamos a mandarle los vídeos de Diego Armando Maradona, Ronaldinho y Pelé', dijo Wilson Avalos, tío de dos de los mineros, a la agencia Reuters.

Ayer aún no se había iniciado la perforación del conducto por el que se planea rescatar uno a uno a los mineros.

Ya se ha informado a los atrapados de que se les espera fuera 'para Navidad'

La maquinaria alemana Raise Borer Strata 950 que se eligió para llevar a cabo la perforación desde la superficie hasta el refugio donde se hallan los atrapados, fue trasladada a lo largo de 1.200 kilómetros hasta la mina San José. Se trabaja en su ensamblaje. Y para evitar que deba detenerse por motivos de mantenimiento, el Ejecutivo chileno ha ordenado la compra de un segundo motor, de modo que las labores de perforación se desarrollen sin interrupción.

Una segunda alternativa sería el empleo de la máquina T-130 que se usaría para ensanchar el pozo de la tercera sonda que ha llegado al refugio.

Y la última opción que se baraja y que menos adeptos concita debido a los riesgos que implica es una máquina de tecnología petrolera que tiene una velocidad mayor de excavación y que reduciría a 45 días el rescate, pero que funciona generando grandes toneladas de lodo que podrían saturar el espacio en el que permanecen los mineros.

Los expertos a cargo del rescate recuerdan que, en lo que concierne a la minería, los plazos casi nunca se adelantan. Más bien al contrario: suelen retrasarse. De hecho, cuando se iniciaron las perforaciones para dar con el paradero de los mineros, nunca se cumplieron las expectativas iniciales.

En el interior del yacimiento, los mineros tienen un espacio para moverse de aproximadamente 1,5 kilómetros y están sometidos a altas temperaturas y humedad. Durante el tiempo que dure su rescate, sólo tendrán iluminación a través de linternas. Les han recomendado que las utilicen durante todo el día, para diferenciar este de la noche.

Hasta ahora las autoridades habían ocultado a los obreros el tiempo que tomará el rescate, estimado en cuatro meses. Pero los mineros preguntaban constantemente, por lo que el Gobierno ha autorizado que se les dé una información más realista.

'Hemos podido decirles que esperamos estar con ellos antes de Navidad', dijo el ministro Mañalich. 'Estamos preparando fármacos porque es evidente que no van a ser capaces de mantener el buen ánimo tanto tiempo', añadió.

Los trabajadores con enfermedades crónicas como hipertensión y diabetes y aquellos con problemas de diarrea han sido sometidos a analíticas de orina y sangre. Uno de los mineros con conocimiento de primeros auxilios ha oficiado de enfermero.

Respecto a la alimentación, se les ha ido aumentando la dosis de calorías diarias hasta 1.200 y hoy se espera llegar a las 2.000. La nutrición será supervisada de cerca por los médicos, debido a que el rescate se va a producir en una cápsula de 66 centímetros de ancho y quien engorde más de la cuenta no podrá entrar en ella.

Por otro lado, la comisión parlamentaria que investiga el accidente llamó a declarar por segunda vez a los propietarios del yacimiento, Alejandro Bohn y Marcelo Kemeny, que no se presentaron a la primera cita. La comisión busca información para identificar a los responsables de que la mina fuera reabierta pese a no cumplir los requisitos de seguridad que se le exigían tras un accidente en el que un minero perdió una pierna.

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