El británico Akmal Shaikh, condenado a muerte en 2008 por los tribunales chinos tras ser detenido en posesión de cuatro kilos de heroína, fue ejecutado hoy a las 10.30 hora local (2.30 GMT) en la ciudad de Urumqi (noroeste del país).

Shaikh es el primer europeo castigados con la pena capital en China en los últimos 60 años, informó la ONG Reprieve en un comunicado. Por el momento, no hay información sobre el método de ejecución empleado, aunque en China el más utilizado es el disparo en la nuca, con una creciente implantación de la inyección letal.

Los familiares del reo, el Gobierno británico, la propia Reprieve (defensora de condenados en el corredor de la muerte) y la ONU habían pedido a China indulgencia, argumentando que Shaikh tenía un trastorno bipolar, pero la Justicia china defendió que las pruebas médicas no habían mostrado ningún problema psicológico.

El Gobierno británico ha condenado el hecho 'en los términos más enérgicos' 

Aunque las autoridades chinas no han confirmado el hecho, sí lo ha hecho el Gobierno del Reino Unido, que en un comunicado de su Ministerio de Asuntos Exteriores condenó el hecho 'en los términos más enérgicos' y en nombre del primer ministro Gordon Brown.

Shaik, de religión musulmana, casado con tres hijos, fue detenido en 2007 en posesión de la droga en el aeropuerto de Urumqi, a donde llegó procedente de Dushanbe (capital de Tayikistán). Fue condenado a muerte un año después, ya que la ley china contempla la pena capital para todo aquel que sea detenido con más de 50 gramos de estupefacientes.

El anterior europeo ejecutado en China fue el italiano Antonio Riva, un legendario piloto militar en la I Guerra Mundial, quien fue ajusticiado en Pekín el 17 de agosto de 1951 (junto a un ciudadano japonés) acusado de haber urdido un complot para asesinar al máximo líder chino, Mao Zedong.