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Los cielos se empiezana a abrir parcialmente

La UE prevé que el 50% de los vuelos pueda operar. La ceniza fuerza el cierre de El Prat y otros 15 aeropuertos. España recibirá los vuelos intercontinentales que iban a Reino Unido

D. BASTEIRO / D. CORDERO

La parálisis del tráfico aéreo europeo provocado por la nube del volcán Eyjafjalla puede mejorar el lunes. Según la presidencia española de la Unión Europea y los técnicos de Bruselas, un 50% de los aviones que habitualmente surcan el cielo europeo podrá hacerlo este lunes. 'La mitad de los vuelos posiblemente podrán operar a partir del lunes', aseguró Diego López Garrido, secretario de Estado ante la UE. 'Las previsiones nos dicen que la nube se desplaza hacia el noroeste', añadió, por lo que este lunes sólo 'la mitad del territorio europeo estará bajo su influencia'.

Durante el domingo se realizaron sólo 5.000 de los 24.000 vuelos previstos en Europa, según informó Eurocontrol en Bruselas. El desplazamiento de la nube volcánica hacia el suroeste forzó el cierre temporal de 16 aeropuertos en la cuenca mediterránea en España, entre ellos El Prat de Barcelona. Todos volvieron a abrir unas horas más tarde.

España se convertirá en una plataforma para que viajeros de Reino Unido puedan volver a sus casas. El presidente José Luis Rodríguez Zapatero y el primer ministro británico Gordon Brown acordaron por teléfono que los vuelos procedentes de Asia, América Latina y Norteamérica con destino a Reino Unido puedan aterrizar en España para que los pasajeros prosigan el viaje por tren, carretera y ferry hacia sus casas.

El comisario europeo de Transporte, Siim Kallas, admitió en Bruselas que la perspectiva de tener el cielo europeo cerrado durante muchos días o semanas es simplemente inviable. 'No es sostenible, no podemos seguir así y esperar a que la nube de ceniza desaparezca', aseguró Kallas, quien sin embargo justificó las drásticas medidas tomadas hasta ahora porque 'la primera y mayor prioridad debe ser siempre la seguridad'.

El Prat contabilizó 40.000 afectados y Balears otros 35.000

Cinco días después de los primeros cierres de aeropuertos, los ministros de Transportes de la Unión Europea se reunirán por videoconferencia. El objetivo, según el ministro de Fomento José Blanco, que moderará la reunión en nombre de la presidencia española de la UE, es tomar por fin alguna decisión coordinada y dar 'respuestas rápidas' a los miles de pasajeros atrapados por las cancelaciones.

Antes de esa reunión, la presidencia, los técnicos de Bruselas y los de Eurocontrol celebrarán otra, de perfil más técnico, para hacer un último análisis de la situación junto a las aerolíneas.

Las cenizas del volcán islandés Eyjafjalla anularon durante más de siete horas buena parte del espacio aéreo peninsular y de Illes Balears. Un total de 16 aeropuertos tuvieron que cancelar todos sus vuelos desde las 8.30 de la mañana para reabrirlos pasadas las 15.30 horas. Al final, la crisis fue menor de lo previsto inicialmente, cuando se auguraba que esos aeropuertos no iban a operar ningún vuelo más durante el resto de la jornada por la prohibición de volar por debajo de 35.000 pies.

De los 5.066 vuelos programados en sus pistas, se vieron afectados 3.157, lo que, a falta de estadísticas oficiales, provocó que cientos de miles de personas se vieran afectadas por vuelos con despegue o aterrizaje en España. El director del aeropuerto de Barcelona, Fernando Echegaray, cifró en 40.000 los damnificados en Barcelona. Y el Gobierno balear hablaba de otros 35.000 afectados en las islas.

La mitad de los vuelos afectados en los aeropuertos de Barcelona, Girona, Reus, Sabadell, Asturias, Santander, Bilbao, San Sebastián, Vitoria, Pamplona, Logroño, Palma, Menorca, Zaragoza y Huesca eran internacionales.

El cierre total 'no es sostenible', dice el comisario europeo de Transporte

Al final, el cambio de dirección de las masas de aire permitió que Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea (Aena), coordinada con Eurocontrol, reabriera los cielos. Pero las conexiones quedaban limitadas al territorio español, al sur de Francia e Italia y al norte del Magreb. El centro de Europa y Gran Bretaña siguen colapsados y en algunos países ya piensan en no volver a operar hasta el martes. En España, la certeza meteorológica que permitió reabrir los cielos expira a las ocho de la mañana. A partir de entonces, se tomarán nuevas decisiones a partir de las nuevas previsiones meteorológicas.

Las colas y el desconcierto se hicieron evidentes por la mañana en aeropuertos como el de El Prat, el mayor de los afectados en España.

El cierre aeroportuario motivó las preguntas y búsquedas de medios de viajar alternativos que extendió el caos como una mancha de aceite a otros servicios de transporte, desde compañías de vehículos de alquiler hasta la estación ferroviaria de Sants. Allí, los trenes del AVE de doble composición permitían dar cabida a 2.400 pasajeros, entre ellos portadores de billetes de avión con dirección a Madrid. Como resultado la estación pronto estaba aún más saturada que El Prat.

Tanto la operadora Renfe como las compañías de autobuses ofrecían soluciones a los pasajeros. En otros casos, los mismos afectados se coordinaron para alquilar autocares en el caso de que hubieran conductores con un mismo destino. Quien no logró ninguna otra solución, se tuvo que conformar con una noche de hotel. Los touroperadores tuvieron que ingeniárselas para que sus clientes alemanes salieran de Illes Balears o Canarias volando hasta aeropuertos peninsulares, para luego acomodarlos en autocares en dirección a Alemania.

Pasado el mediodía, cuando se decidió volver a volar, el desconcierto volvió a reinar en los aeropuertos. Las aerolíneas empezaron a enviar correos electrónicos y mensajes de móvil a sus clientes avisándolos que volverían a volar. Los que estaban en el aeropuerto hacían cola para saber si sus vuelos eran de los afortunados. Por su parte, las compañías buscaban a sus tripulaciones, que hacía horas que habían sido llevadas a los hoteles.

19.000 vuelos cancelados
El doming fue el cuarto día consecutivo de cierres totales o parciales de la mayor pare del espacio aéreo que sigue afectando, sobre todo, al Reino Unido, Alemania , Francia yotros países del centro y del sur de Europa, aunque sus efectos se notan incluso en tan lejos como Ucrania. Se cancelaron 19.000 vuelos, según las estimaciones de la Agencia europea para la seguridad de la navegación aérea (Eurocontrol)

-84% descenso de tráfico
Eurocontrol dijo que el tráfico aéreo se redujo un 84% con respecto al domingo de la semana pasada pasando el número de vuelo de 24.000 a tan sólo 5.000.

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