Este artículo se publicó hace 11 años.
Cinco estados norteamericanos en estado de emergencia por el temporal
Un muerto, unos 500.000 hogares y comercios sin luz, más de 4.700 vuelos cancelados y vientos de hasta 120 kilómetros por hora.
Las autoridades de Nueva York, Massachusetts, Connecticut, New Hampshire y Rhode Island han declarado este viernes el estado de emergencia a tenor de las intensas nevadas y fuertes tormentas que arrecian en la costa noreste de Estados Unidos. Alrededor de 500.000 hogares y comercios se han quedado sin suministro eléctrico en éstos cinco estados, además de en Maine, Vermont y Nueva Jersey.
Los estados más afectados son Rhode Island, más de 170.000, y Massachusetts, con alrededor de 300.000 damnificados, de acuerdo con los datos de las compañías eléctricas National Grid y NStar. En total, unos 40 millones de personas se podrían ver afectados por el temporal de nieve y lluvia que arrecia en el litoral noreste de Estados Unidos. Una persona ha fallecido en un accidente de tráfico provocado por la tormenta, denominada 'Nemo', según ha confirmado a la cadena CNN la Policía de la localidad de Poughkeepsie, en el estado de Nueva York.
Las nevadas, que se prolongarán durante todo el sábado, podrían provocar que se acumule casi un metro de nieve en algunos puntos del interior, según medios estadounidenses. Más de 4.700 vuelos se han cancelado desde este viernes a causa del temporal en los estados del noreste del país. Además, las principales autovías interestatales se encuentran prácticamente vacías y el centro de ciudades como Boston están desiertos ante el aviso de vientos que podrían alcanzar los 120 kilómetros por hora a lo largo del sábado. Las rachas de viento este viernes han rozado los cien kilómetros por hora.
Las rachas de viento este viernes han rozado los cien kilómetros por hora
El gobernador de Nueva York, Andrew Cuomo, anunció hoy que aunque la tormenta no se espera extremadamente grave en ese estado ni en la ciudad se ha decidido suspender todos los vuelos con salida y llegada en los aeropuertos de Newark (Nueva Jersey), La Guardia y John F. Kennedy.
No obstante, la tormenta se suma para muchos a los efectos del huracán Sandy hace algo más de tres meses, precisamente cuando muchos comenzaban a recuperarse y reconstruir sus hogares. Estados como Massachusetts están prácticamente aislados, con rachas de vientos de hasta 120 kilómetros a la hora, mientras que los cortes de luz ya afectan a unos 350.000 hogares en toda la región de Nueva Inglaterra (de Connecticut hasta Maine) y Nueva York.
Boston, una de las ciudades que se espera que sea de las más afectadas, está siendo azotada por fuertes vientos y la acumulación de unos 5 centímetros de nieve a la hora, según datos del National Weather Service de Estados Unidos. Mientras, el gobernador de Massachusetts, Deval Patrick, pidió hoy en rueda de prensa que la gente se prepare para "condiciones de peligro extremo" y advirtió que transitar por las calles será "prácticamente imposible", al tiempo que anuncio la suspensión de los transportes públicos.
La tormenta se suma para muchos a los efectos del huracán Sandy hace algo más de tres meses Las autoridades de Marshfield, al sur de Boston, han pedido a los residentes que se preparen para evacuar las zonas costeras más expuestas por posibles inundaciones vinculadas a un aumento de las mareas. El transporte ferroviario a lo largo de la costa de Nueva Inglaterra se encuentra casi totalmente paralizado y los Estados en emergencia han puesto en alerta a sus respectivas Guardias Nacionales, mientras que ejércitos de quitanieves trabajan para mantener despejadas las principales vías de comunicación.
Por el momento, se ha informado de cuatro muertes vinculadas a la tormenta, tres en la provincia de Ontario (Canadá), donde una mujer de unos 80 años de edad falleció mientras quitaba nieve y dos personas sufrieron accidentes de tráfico.
Según Weather Channel, en Nueva York una persona falleció atropellada por un conductor que aseguró que perdió el control de su vehículo por la nieve, una de las grandes preocupaciones de las autoridades, ya que la visibilidad podría reducirse a prácticamente cero.
El transporte público en Nueva York podría sufrir retrasos e interrupciones, mientras que Boston espera totalmente paralizado y con el único movimiento de las palas quitanieves a que pase lo peor, aunque los problemas podría prolongarse todo el fin de semana. La ventisca de nieve podría alcanzar las dimensiones récord de la gran nevada de 1978 en la misma región o la del Día del Presidente en 2003, que golpeó con especial fuerza Washington DC y Nueva York.
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