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El Consejo de Europa alerta del aumento de los periodistas encarcelados, entre ellos Pablo González

El porcentaje de presos creció el año pasado un 60%, hasta sumar 95, sobre todo a causa de la guerra de Ucrania, según la Plataforma para la Seguridad de los Periodistas.

El periodista Pablo González en Nagorno Karabaj (Artsaj) en noviembre de 2021.
El periodista Pablo González en Nagorno Karabaj (Artsaj) en noviembre de 2021. @PabVis

Las detenciones de periodistas aumentaron el año pasado un 60%, hasta sumar 95 profesionales encarcelados. Sobre todo, a causa de la guerra de Ucrania, que ha provocado una docena de muertos y 21 heridos, según el informe anual de la Plataforma para la Seguridad de los Periodistas del Consejo de Europa.

Entre los detenidos figuran el español Pablo González, el único encarcelado en Polonia, acusado de espionaje para Rusia. Tras un año de prisión, políticos, asociaciones y ONG han denunciado su situación "escandalosa", aunque el ministro de Exteriores, José Manuel Albares, se ha limitado a asegurar que sigue "muy de cerca" su caso.

El informe señala que en España fueron detenidas Joanna Giménez, colaboradora de El Salto, y una fotoperiodista cuando grababan en el Museo del Prado de Madrid una acción de dos activistas de la asociación Futuro Vegetal que se pegaron a los cuadros de Goya La maja desnuda y La maja vestida. Tras ser llevadas a comisaría, quedaron en libertad con cargos al cabo de unas horas.

Impunidad de los ataques

"Hemos visto un aumento preocupante de ataques y amenazas contra periodistas en los últimos años. Muchos periodistas han demostrado coraje y otros pagaron con sus vidas por el derecho a informar tras la agresión de Rusia a Ucrania. El hecho de que muchos de estos ataques queden impunes amenaza los cimientos mismos de nuestras sociedades", advirtió la secretaria general del Consejo de Europa, Marija Pejčinović Burić.

Por ello, hizo un llamamiento a los Estados miembros "para que tomen este tema con seriedad y respeten y protejan plenamente los derechos de los periodistas, garanticen su seguridad, protejan sus fuentes y prevengan la censura y otras formas de interferencia en su trabajo".

A 31 de diciembre, 52 periodistas estaban encarcelados en Turquía, 22 en Rusia, 14 en los territorios de Ucrania ocupados por las tropas rusas, 4 en Azerbaiyán, uno en Reino Unido (Julian Assange), uno en Polonia (Pablo González, quien también posee la nacionalidad rusa) y uno en Georgia.

La Plataforma para la Seguridad de los Periodistas, que reúne a una quincena de organizaciones de defensa de la profesión y de la libertad de prensa, deja aparte la situación de Bielorrusia, "más inquietante todavía", puesto que sólo en ese país hay 32 profesionales entre rejas. Si fuesen incluidos en el informe, sumarían 127 periodistas encarcelados en Europa.

156 detenidos

El informe, titulado Guerra en Europa y la pelea por el derecho a informar, ha contabilizado en paralelo 156 periodistas detenidos el año pasado: 89 en Rusia, 36 en Turquía, 12 en los territorios ucranianos ocupados por Rusia, 4 en Azerbaiyán, 4 en Suecia, 4 en Reino Unido, 2 en Grecia, 2 en España y 1 en Polonia.

Pese a la variadas razones que motivaron los arrestos, la Plataforma para la Seguridad de los Periodistas denuncia que en algunos casos los motivos esgrimidos tuvieron poco que ver con delitos de prensa.

Así, hay acusaciones de corrupción, malversación, extorsión, financiación de actividades extremistas, terrorismo, espionaje, insultos o resistencia a la autoridad, complot político, incitación al odio o incumplimiento de las reglas para autorizar manifestaciones.

Efecto disuasorio

Los autores del informe consideran que el miedo de los informadores a ser objeto de acusaciones penales tiene un efecto disuasorio para el ejercicio de la libertad de expresión por los periodistas. En Rusia, de hecho, se ha recurrido con frecuencia al delito de difusión de informaciones falsas sobre el Ejército, informa Efe.

Las organizaciones que forman parte de la plataforma han condenado las amenazas que la invasión de Ucrania por parte de Rusia hace pesar sobre la vida y la seguridad de los periodistas y han decidido continuar el registro de todos los ataques y de los obstáculos a la cobertura de la guerra y hacer públicos esos actos "susceptibles de constituir crímenes de guerra".

Además, subrayan que en Rusia la invasión ha ido acompañada de "una represión brutal contra el periodismo independiente" y recuerdan que las autoridades impusieron "una censura total de la cobertura de la guerra", calificada oficialmente de "operación militar especial". La consecuencia es que "los últimos medios independientes han sido prohibidos, han quebrado o se han ido del país" y cientos de periodistas rusos han decidido exiliarse.

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