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Los conservadores de Suecia se preparan para un segundo mandato

Las legislativas podrían abrir las puertas del Parlamento a la extrema derecha por primera vez

 

N. POLLARD / B. RUNDSTROM (REUTERS)

Todos los sondeos apuntan a que el primer ministro sueco, Fredrik Reinfeldt, renovará su mayoría parlamentaria en las elecciones legislativas que se celebran este domingo en Suecia, avalado por una sólida recuperación económica tras la crisis y unas finanzas públicas saludables. La mayor preocupación de Reinfeldt, de 45 años, es el ascenso del partido de extrema derecha Demócratas de Suecia, que, según las encuestas, entrará por primera vez en el Parlamento sueco y arrebatará así a la actual la coalición conservadora la posibilidad de alcanzar una mayoría clara. De repetir triunfo, Reinfeldt se convertiría en el primer jefe de Gobierno de centroderecha que sale reelegido en la historia de un país donde el Partido Socialdemócrata gobernó durante 65 de los últimos 78 años.

El actual ministro de Finanzas sueco, Anders Borg, artífice junto con Reinfeldt de las reducciones del impuesto sobre la renta y los recortes al Estado de bienestar durante los últimos cuatro años, apeló a la cautela de los electores. 'Tenemos votantes inteligentes y espero que, por el bien de Suecia, no respalden a Demócratas de Suecia porque ello podría afectar seriamente a la economía', advirtió en declaraciones al diario Svenska Dagbladet.

Reinfeldt podría ser el primer jefe de Gobierno sueco de centroderecha que sale reelegido

Un Gobierno en minoría dispararía una caída de la moneda sueca y una oleada en la producción de deuda, según los analistas, aunque se prevé que la inestabilidad dure poco debido a las perspectivas de gasto público y a la fortaleza de las finanzas estatales. 'La corona sueca podría debilitarse si la extrema derecha logra convertirse en el partido bisagra', señaló el analista del banco Swedbank, Knut Hallberg.

Las encuestas más recientes otorgan a la coalición encabezada por Reinfeldt formada por liberales, democristianos, moderados y centristas el 51,2% de los votos. Los socialdemócratas alcanzarían el 42,5% y los ultraderechistas el 5,1%, por encima del mínimo del 4% necesario para obtener representación parlamentaria.

El partido xenófobo Demócratas de Suecia puede alcanzar más del 5% de los votos

Se espera que el crecimiento económico sueco sea del 4,5% en 2010, una de las tasas más altas de la Unión Europea, lo que ha permitido a los políticos enarbolar los estandartes de la reducción de impuestos y el aumento del gasto público, lo que contrasta con las promesas de austeridad en el resto de Europa. El paro ha bajado y se mantiene al 8%.

Los socialdemócratas, el principal partido del bloque opositor de centro-izquierda y ecologistas, se enfrentan a sus peores resultados en un siglo. Luchar contra la abstención y atraer a los indecisos (cerca del 10%) son las posibles bazas de Mona Sahlin, la líder del Partido Socialdemócrata, en su intento por lograr una remontada inesperada que la colocaría como primera jefa de Gobierno en la historia de Suecia.

Tanto Reinfeldt como Sahlin insistieron en los últimos días en el peligro de la entrada de la ultraderecha, que se situó en el papel de víctima tras las protestas de grupos de izquierda que rodearon sus mítines y la prohibición por racista de un anuncio electoral. Sin embargo, los miembros de Demócratas de Suecia han dejado de lado sus cabezas rapadas para convertirse en una opción más presentable.

Los socialdemócratas de Mona Sahlin se enfrentan a sus peores resultados en un siglo

En un país que tradicionalmente ha sido uno de los más tolerantes y abiertos de toda la UE con la inmigración, el líder xenófobo Jimmie Akesson se ha aprovechado del miedo a los musulmanes y a los extranjeros unos 100.000 inmigrantes llegan cada año a Suecia para proponer políticas restrictivas de la inmigración.

Para muchos suecos, este programa trae a la memoria los primeros años de la década de los noventa, cuando el partido populista y antiinmigrante Nueva Democracia desestabilizó al Gobierno de entonces. El creciente apoyo a Demócratas de Suecia algunos sondeos los sitúan como tercer partido en el Parlamento va acompasado con el auge de otros partidos que basan su discurso en el miedo al extranjero.

'Todo el mundo descarta pactar con los ultraderechistas, pero eso no es lo que tiende a ocurrir después', sostiene el profesor de la Universidad de Gotemburgo, Mikael Gilljam. 'Cuando un partido como este llega al Parlamento, las otras formaciones cooperan o pactan con él. Así ha sido en todos los países europeos, excepto quizá en Bélgica'.

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