Este artículo se publicó hace 4 años.
Coronavirus en ItaliaDe la emergencia a la vigilancia: las lecciones que Italia ha aprendido de la pandemia
Los italianos parecen estar recogiendo los frutos de los sacrificios derivados del confinamiento y de la convivencia con el coronavirus. Seis meses después del arranque de la pandemia en Europa, Italia, por el momento, tiene un índice de contagio diez vec
Roma-
A pie de calle y en los medios, los transalpinos parecen estar recogiendo los frutos, a medio plazo, de los sacrificios derivados del confinamiento y de la convivencia con la covid-19. Aun teniendo buenos datos de repunte, Italia sigue sin bajar la guardia en relación al coronavirus. Incluso habiendo sido el epicentro de la pandemia por covid-19 a mediados de febrero, el país sigue sin fiarse de unas reaperturas que no sean paulatinas y escalonadas. Las autoridades sanitarias del país, por su parte, no descartan, antes o después, una segunda oleada de contagios que se prevé que tenga lugar, como muy tarde, en otoño. El país con forma de bota, aun teniendo 10 veces menos nuevos contagios que España, mira al futuro con prudencia planeando ya, por ejemplo, la vuelta a los colegios.
El hecho de que Italia siga vigilante acerca de la Covid se apreció hace unos días, cuando el primer ministro del país, Giuseppe Conte, decretó la ampliación de las actuales medidas anticovid hasta el 7 de septiembre. Así pues, seguirán siendo obligatorias las mascarillas en los espacios públicos cerrados y también al aire libre si no se puede mantener la distancia de seguridad, que también seguirá siendo obligatoria. Seguirán prohibidas las aglomeraciones y el uso frecuente de geles desinfectantes estará, como hasta ahora, altamente recomendado. Por otra parte, el estado de emergencia seguirá al menos hasta el 15 de octubre, otorgando de esta manera poderes especiales al Ejecutivo de Conte de cara a adoptar las medidas extraordinarias necesarias para contrastar el coronavirus en vistas de la temporada otoñal.
Según los datos ofrecidos por las autoridades sanitarias transalpinas, en las últimas 24 horas el país con forma de bota ha registrado un aumento de 412 nuevos positivos, 203 curados y 6 fallecidos. Además, se contabilizan 11 hospitalizaciones y 3 concretamente en terapias intensivas. Hasta ahora, desde el comienzo de la pandemia en Europa, Italia ha registrado un total de 251.237 contagiados por coronavirus, donde la gran mayoría, 202.461, son personas curadas, pero donde también hay que contabilizar 35.215 fallecidos y 13.561 positivos actuales. De estos últimos, la gran mayoría, 12.711 son asintomáticos y se hallan en aislamiento domiciliarios; mientras que 801 se encuentran ingresados en el hospital y 49 en terapias intensivas. Los test diagnósticos, en las últimas 24 horas, han sido 40.642; que se suman al total de 7.316.918 de pruebas realizadas desde el inicio de la epidemia en el país.
Grosso modo, Italia tiene un índice de contagio 10 veces inferior a España. Atendiendo a la evolución de los datos en las últimas dos semanas, el país transalpino, en términos absolutos, ha contabilizado unos 4.000 nuevos positivos, frente a los 35.000 de España. Pero en términos relativos, siguiendo un mapa publicado ayer martes en el conocido periódico italiano Corriere della Sera, se puede apreciar cómo todos los países vecinos de Italia, de este a oeste, tienen unos índices de contagio superior o muy superior al territorio con forma de bota. Si en los últimos 14 días Italia ha tenido 7,4 nuevos positivos cada 100.000 habitantes, España 75,8: así pues, diez veces más. Lo mismo ocurre con otros territorios europeos: Francia 26; Eslovenia 8; Croacia 18,3 y Malta 58,6.
Siendo esta la situación, Italia ha querido reforzar sus controles en los aeropuertos, en relación sobre todo a los vuelos procedentes de España, Malta y Croacia. Así pues, por primera vez, hará test diagnósticos rápidos a todos los pasajeros que procedan de dichos territorios, aunque se encuentren desde de la Unión Europea. Se trata de tres países con altos índices de nuevos contagios y unos destinos muy deseados por los turistas italianos, especialmente los más jóvenes. En los próximos días, miles de transalpinos volverán de sus vacaciones en el extranjero en coincidencia con el cambio de quincena. Mientras tanto, Italia seguirá aplicando la cuarentena obligatoria de 14 días a todos los pasajeros procedentes de fuera del área Schengen.
Uno de los síntomas de que Italia ya está pasando página, siendo plenamente consciente de la convivencia con el coronavirus, tiene que ver con la próxima reapertura de los colegios en septiembre. Hace unos días, el Gobierno del primer ministro, Giuseppe Conte, ha firmado junto a la ministra de Educación, Lucía Azzolina, el decreto que dará luz verde al comienzo del nuevo año académico, siguiendo las normas de seguridad sanitaria ante una normalidad en convivencia con la covid-19.
Para que las escuelas, institutos y centros educativos puedan volver a la actividad habitual, tendrán que concebir unos protocolos de desplazamiento para que el personal docente y los alumnos no generen aglomeraciones durante las horas lectivas. El personal educativo tendrán la posibilidad de hacerse pruebas diagnósticas regularmente y tendrán que favorecer la aplicación de los esquemas de movimiento para los estudiantes de cada aula. Tanto en las clases, como en los comedores, los niños y los adolescentes tendrán que respetar la distancia interpersonal de un metro, siguiendo la normativa vigente. Las instalaciones deberán estar debidamente higienizadas, en un contexto en el que tanto los adultos como los menores deberán tener fácil acceso a los geles desinfectantes, para un uso frecuente. Los padres podrán entrar sólo de uno en uno, y los invitados, a priori, no tienen permiso de acceso salvo si tienen ya una cita previa concertada dentro del centro educativo.
El objetivo prioritario del Ejecutivo transalpino es evitar que las aulas sigan masificadas en la era coronavirus. Por ello, el Gobierno italiano ha anunciado la contratación de 84.000 maestros y profesores por todo el país para así favorecer el distanciamiento entre los estudiantes y reducir las posibilidades de contagio. Ante un contexto tan complejo, en el que los alumnos por primera vez desde la aparición de la pandemia tendrán que convivir con el coronavirus en las escuelas, el Ministerio de Educación transalpino garantizará que en los colegios e institutos haya en todo momento psicólogos disponibles para ayudar a los estudiantes que lo necesiten.
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