Llegó la hora de la verdad para la coalición de Gobierno en Italia. El discurso que ofrecerá este martes en el Senado el primer ministro, Giuseppe Conte, marcará el camino a seguir en las próximas semanas después de que el líder de la Liga Norte, Matteo Salvini, decidiera dar por rota su alianza con el Movimiento 5 Estrellas (M5S) de Luigi di Maio. 

La intervención de Conte está prevista para las 15.00 horas y en ella se espera que defienda su actuación y arremeta contra Salvini, al que ya ha criticado duramente en los últimos días a raíz de la decisión de este de hacer saltar por los aires una coalición que desde el inicio de su andadura en marzo de 2018 ha sido complicada. 

A continuación, el primer ministro podría enfrentarse a una moción de censura o incluso presentar por iniciativa propia su renuncia al presidente de la República, Sergio Mattarella. 

En cualquier caso, analistas y expertos coinciden en que el deseo de Salvini de forzar elecciones anticipadas con el fin de capitalizar los buenos datos de su partido en los sondeos y erigirse así en primer ministro, se ha topado con dificultades.

Alianza entre M5S y PD

El M5S, un partido antisistema, y el Partido Democrático (PD), principal fuerza opositora, están barajando la posibilidad de aunar fuerzas y dejar a la Liga fuera del poder. 

La idea sería evitar elecciones anticipadas en las que el partido de Di Maio y el PD probablemente no saldrían bien parados y evitar una crisis política que distraiga a los legisladores de cuestiones críticas en materia presupuestaria. Italia necesita elaborar un presupuesto para 2020 que mantenga su enorme deuda pública controlada y evitar una fuerte subida del IVA que se producirá de forma automática en enero si no se encuentran medidas alternativas. 

Sin embargo, un pacto entre el M5S y los demócratas es complicado ya que ambos partidos han sido hasta ahora férreos rivales, lo que hace de la alianza algo difícil de tragar para ambos bandos. Además, cualquier medida impopular que su eventual gobierno se viera abocado a tomar podría aumentar aún más la popularidad de Salvini, que sería libre de dar rienda suelta a sus críticas desde la oposición. 

Papel del presidente

Aunque la coalición gobernante en Italia fue declarada 'muerta' hace semanas, la crisis de Gobierno solo comenzará de manera formal una vez Conte dimita o pierda la votación parlamentaria. A continuación, entrará en escena el presidente de la república Mattarella, quien entablará consultas con los líderes de los partidos políticos para evaluar las opciones de formar un nuevo gobierno o convocar elecciones anticipadas.
El proceso normalmente dura un par de días, tras lo cual Mattarella podría pedir a alguien que intente formar gobierno o disolver el Parlamento, desencadenando el proceso para ir de nuevo a las urnas. 

¿Posible nuevo gobierno?

Todas las opciones están abiertas. Aunque Conte parece estar de salida, podría volver a ser nombrado primer ministro para liderar una coalición entre el M5S y el PD. También podría mantener el puesto en el caso poco probable de que Salvini y Di Maio hagan las paces, quizá por la vía de una remodelación del gabinete.
En los últimos días, el líder de la Liga ha prometido que seguirá apoyando la reforma constitucional patrocinada por el M5S que reducirá el número de parlamentarios. 

La votación final está prevista para el jueves en la Cámara de los Diputados pero no podrá celebrarse si el Gobierno cae de antemano. En caso de que se materialice un gobierno entre el M5S y el PD, podría estar encabezado por otra persona que no fuera Conte, a quien algunos especulan que podría ofrecerse el puesto reservado para Italia en la nueva Comisión Europea que echará a andar en noviembre. 

Si las conversaciones entre el M5S y el PD fracasan y la celebración de elecciones anticipadas resulta ser la única solución, es probable que Mattarella designe un Gobierno tecnócrata de corta duración que asuma el día a día de la gestión y prepare la votación. 

Esto garantizaría que Salvini, que es ministro del Interior, sería reemplazado por alguien más neutral, habida cuenta de que su departamento es el encargado de organizar los comicios. Estos deberían celebrarse entre 45 y 70 días después de la disolución del Parlamento, por lo que el 27 de octubre y el 3 de noviembre se barajan como las fechas más probables.