El Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) ha alertado de que miles de personas atrapadas en Bosnia y Herzegovina necesitan ayuda humanitaria de cara a las bajas temperaturas que llegarán con el invierno.

Desde inicios de 2018, cerca de 23.000 personas han llegado al país en el marco de la ruta hacia Europa. Sin embargo, el CICR ha indicado en un comunicado que unos 5.300 migrantes continúan en Bosnia y Herzegovina, la mayoría de ellos cerca de la frontera con Croacia, donde se encuentran atrapados debido al cierre de los pasos fronterizos.

El CICR ha advertido de que muchos de ellos viven en tiendas de campaña, edificios abandonados y campamentos, los cuales carecen de protección alguna contra las temperaturas invernales, que pueden llegar a los 15ºC bajo cero.

El director regional de CICR para Europa, Simon Missiri, ha indicado que "a pesar de que las agencias humanitarias han hecho lo posible por distribuir refugio y comida entre los migrantes, las condiciones de vida siguen siendo pobres y el riesgo de sufrir hipotermia está aumentando a medida que llega el invierno".

"Sin ayuda humanitaria es difícil ver cuánta gente llegará a la primavera", ha añadido. La Cruz Roja Bosnia y Herzegovina distribuye alimentos entre 3.000 personas a diario en seis centros de recepción de todo el país. No obstante, sus recursos son limitados, tal y como ha expresado.

El personal también distribuye ropa y mantas dado que la mayoría de migrantes llegan sin prendas adecuadas para enfrentarse al invierno. "Nos preocupa que sin las acciones concretas los migrantes sufran un desastre humanitario completamente evitable", ha aseverado Missiri.

"Pero si hacemos algo ahora podemos ofrecer protección a los migrantes y a las comunidades de acogida. Se nos acaba el tiempo", ha subrayado.

Los equipo de Cruz Roja patrullarán en la zona para ofrecer alimentos, mandas y bebidas calientes, así como cuidados de primera necesidad en las zonas colindantes a los centros de recepción.

Asimismo, ofrecerán información sobre las áreas minadas para evitar que los migrantes sufran daños dado que Bosnia y Herzegovina es uno de los países con mayor número de minas antipersonas de Europa.