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Los cubanos ya no marcan la agenda política en Florida

El voto hispano se ha diversificado en los últimos años

ISABEL PIQUER

'Estos días han sido de locura. El viernes vino Huckabee, el lunes anterior McCain, también han estado Romney y Giuliani '. Nicole Valls no da abasto. El Versalles, el emblemático restaurante de la Pequeña Habana, es etapa obligatoria para todo candidato que aspira a ganarse el voto latino. 'Se toman un café, se hacen una foto y pronuncian algunas palabras en español. La gente está tan acostumbrada que ya ni les hace caso', dice Valls, la hija del dueño.

Pero el Versalles, donde las arañas de cristal y las sillas de plástico verde cantan una oda al kitsch, ya no es lo que era. Como tampoco lo es el peso de la comunidad cubana entre los hispanos y los conservadores de Florida, donde la ecuación latina se ha complicado singularmente en estos últimos años. 'Los candidatos llevan 25 años haciendo campaña de la misma manera. El Versalles da color local, pero ya no cuenta para el votante', dice Luis Clemens, director editorial de la página de política hispana candidatousa.com.

Los hispanos representan el 12% del electorado republicano de Florida, unas 400.000 personas, de las cuales menos de la mitad son de origen cubano, desbordados por los puertorriqueños, los colombianos, los dominicanos y los nicaragüenses. Estos últimos, gracias a la política antisandinista de Ronald Reagan, se han convertido en un importante bastión conservador.

Ni siquiera Cuba ha sido un tema relevante de la campaña. 'Como todos los candidatos han sido muy duros contra Castro, los votantes han podido centrarse en la economía', explica Clemens.John McCain suplantó rápidamente a Rudolph Giuliani en el corazón cubano-americano, gracias en parte al respaldo de los representantes Lincoln y Mario Díaz-Balart, figuras clave de la comunidad, del senador Mel Martínez y del gobernador de Florida, el muy popular Charlie Crist.

'Más liberales'
En el anuncio sin duda más anticastrista de la campaña, el veterano de Vietnam, se definió como un 'prisionero de las cárceles comunistas', pero fue su postura relativamente tolerante en el tema de la inmigración la que le granjeó las mayores simpatías.

Las presidenciales de noviembre servirán para calibrar la nueva ecuación. En 2000, el 65% de los hispanos de Florida, la mayoría cubano-americanos, votaron por George Bush. Cuatro año más tarde ya sólo eran el 56%.'Políticamente los cubanos se parecen cada vez más al resto de los latinos y socialmente son más liberales', dice Hugh Gladwin, director del centro de sondeos de la Universidad Internacional de Florida. Aquí como en el Versalles, las cosas también están cambiando.

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