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Deportan a la maestra del osito Mohamed

Se enfrentaba a la posibilidad de ser condenada a seis meses de cárcel, a pagar una multa, o recibir cuarenta latigazos, conforme al artículo 125 del código penal de Sudán, y ha sido condenada a dos semanas de cárcel y l

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Guillian Gibbons, la maestra británica arrestada el pasado domingo por 'insultar el islam, incitar el odio y mostrar un absoluto desprecio por las creencias religiosas' al permitir que sus alumnos de primaria, de seis y siete años, llamaran Mohamed (Mahoma) a un osito de peluche, no recibirá 40 latigazos. Ingresará en prisión 15 días y luego tendrá que abandonar Sudán.

Ayer Guillian, de 54 años de edad, se enfrentaba a la posibilidad de ser condenada a seis meses de cárcel, a pagar una multa, o recibir cuarenta latigazos, conforme al artículo 125 del código penal de Sudán. Sin embargo ha sido condenada a dos semanas de cárcel y su deportación.

El Gobierno británico, nada más conocer el veredicto, convocó al embajador sudanés para pedir explicaciones. Tanto el ministro de Asuntos Exteriores David Miliband, como los profesores de la escuela donde trabaja Guillian mantienen que lo sucedido es un 'inocente malentendido cultural'.

Sin tiempo para asimilar los cambios

Guillian apenas ha tenido tiempo de asimilar el cambio de Liverpool por Jartum. Llegó a Sudan en agosto para formar parte del equipo docente de la exclusiva escuela Unity. Un centro que sigue el modelo del sistema educativo escolar británico.

Un mes más tarde, en septiembre, durante una clase sobre los animales y sus hábitats, Gillian preguntó cómo deberían llamar al osito de peluche, el recurso que tenía a mano para identificar a este animal.

Los niños escogieron Mohamed, el mismo nombre que uno de ellos, quizás popular entre sus compañeros, como el nombre que lleva, muy frecuente en países musulmanes.

Este episodio enojó a algunos padres; les pareció una blasfemia y una pérdida de tiempo enseñar nada.

En vez de pasar página decidieron demandarla y hace una semana el Ministerio de Educación se puso en contacto con la escuela para advertir sobre el trámite de la demanda contra Gillian.

A continuación fue arrestada en su casa, dentro del campus del Unity. Los ulemas de Sudán, después de escuchar a los indignados padres, dijeron que Gillian 'ha usado el nombre del profeta Mahoma de manera abusiva; Ala haga que se avergüence'.

El Consejo Musulmán del Reino Unido en cambio pide su inmediata liberación: 'Está claro que la profesora no tenía ninguna intención deliberada de insultar la fe islámica'.

De momento las clases en el Unity se han interrumpido por temor a represalias. Los directores del centro temen que el incidente levante la misma ira en la comunidad islámica que el comic publicado por un rotativo danés hace un año.

 

 

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