Este artículo se publicó hace 4 años.
Di Battista, el hombre que podría virar el Movimiento 5 Estrellas a la izquierda
Nunca está en primera línea, pero tampoco se marcha del todo. A veces comparece para impulsar el Movimiento 5 Estrellas (M5E), otras para criticar a su cúpula.
Roma-
En un partido antiestablishment sin una ideología definida, él siempre ha destacado, para el gran público, como un político de izquierdas. Desde que los grillinos del Movimiento 5 Estrellas (M5E) entraron en la vida política italiana, su nombre siempre ha sonado en los medios de comunicación del país con forma de bota. Según el momento político en cuestión, lo mismo estaba en primera fila junto al fundador del M5E, Beppe Grillo, como luego criticaba de forma velada a Luigi Di Maio, primer jefe político de su partido, Luigi Di Maio.
Alessandro Di Battista (Roma, 1978), eterno segundón del partido grillino, está preparando su vuelta para liderar el M5E. Al menos, esa es la reconstrucción que, últimamente, hacen diferentes medios italianos a la hora de describir el clima que precede al próximo congreso de la formación, dado que hace un mes y medio su primer líder político, Luigi Di Maio, decidió presentar sus dimisión para abrir un nuevo proceso de primarias conocido con el nombre de Los Estados Generales.
"Estoy trabajando con un grupo de personas válidas. Solo ideas, proyectos, propuestas. Nuestro único futuro es la tercera vía", dijo Di Battista refieriéndose no a la "tercera Vía" de Bill Clinton y Tony Blair, sino a una suerte de pragmatismo antiestablishment con vocación reformista y menos ambiguo que la línea desideologizada del dimisionario Di Maio, quien dejó las riendas del partido para volver de nuevo a él con un programa para las próximas primarias. Di Battista, por su parte, tiene dos objetivos principales: eliminar el cumplimiento del déficit de la Constitución italiana e implantar el teletrabajo en la Administración Pública.
Su ocio
Le gusta hacer reportajes, viajar –Turquía, Irán, Guatemala– y defender otras zonas del mundo, como América Latina. Alessandro Di Battista es un personaje político muy conocido en Italia, de ahí que muchos medios críticos con él suelan apodarlo Dibba. Nunca está en la primerísima fila dando la cara por el partido; nunca está del todo en la retaguardia, para no perder visibilidad. Renunció a su escaño de parlamentario en 2018 para dedicarse a otras actividades, pero sin embargo las indiscreciones periodísticas italianas mencionan la posibilidad de que Di Battista apueste por unas primarias que darían un corte reformista al Movimiento 5 Estrellas.
"Salí de los pasillos de la política porque nunca me han fascinado mucho"
"He tenido las experiencias que pretendía. Salí de los pasillos de la política porque nunca me han fascinado mucho. He vivido dos años intensos en los que, sobre todo, he estudiado la política internacional", explicó recientemente para contextualizar su vuelta a la vida pública italiana. "He vuelto a ver los efectos del liberalismo y de la primacía de las finanzas sobre la política. Tengo ganas de dar una mano", y añade: "Tengo claro el recorrido, hay que reforzar el Estado social. La palabra nacionalización tiene que volver a ser una palabra bonita. Hay que construir un multiculturalismo en política exterior. Hay que tomar posturas incómodas aunque no convengan. Hay que construir la economía de servicio y no de posesión".
En la segunda mitad de enero, el primer líder político del M5E, Luigi Di Maio, presentó su dimisión de forma preventiva: luchas internas por el liderazgo, menos del 16% en los sondeos, transfuguismo, pésimos resultados en las elecciones regionales, implosión del partido... Ante la crítica situación interna a la formación Di Maio jugó con antelación y evitar así el fracaso total. En ese momento, la "regencia" del partido pesó en manos del senador Vito Crimi, uno de los miembros más antiguos del partido. El nuevo congreso estaba previsto para este mes de marzo, pero el caos interno de la formación y la irrupción del coronavirus en Italia favorece el hecho de que, por el momento, no esté claro cuando serán las próximas primarias de la formación. Hay quien habla de junio y quien querría cerrarlo lo antes posible para iniciar una nueva fase. Di Battista pertenece al grupo de los segundos.
Bajo el liderazgo de Luigi Di Maio, lo cierto es que el Movimiento 5 Estrellas ha gobernado tanto con la derecha soberanista de Salvini como con la izquierda europeísta del Partido Democrático (PD),lo cual ha confundido mucho al electorado grillino, quien entregó la mitad de su apoyo a la actual Liga de Salvini, quien hoy todavía convence a uno de cada tres transalpinos. Así pues, tal como apuntan los expertos, el partido grillino ha pagado caro que la formación antiestablishment haya querido jugar a dos bandas dentro de una política italiana cada vez más volátil, tanto dentro como fuera del Parlamento. Di Battista, por su lado, conoce muy bien esta situación y cómo Di Maio ha llevado el partido desde lo más alto a lo más bajo en cuestión de un año y medio.
Atendiendo a la última media de sondeos en Italia, el M5E ha consolidado su paulatina decadencia en términos electorales. Si hoy mismo hubiera elecciones anticipadas en el país, el partido fundado por Beppe Grillo lograría un escaso 14,5%, menos de la mitad del 32% logrado en las últimas elecciones generales hace dos años. A día de hoy, aunque está perdiendo algunos puntos, la Liga de Salvini sigue manteniéndose como primer partido en Italia, con el 29% de los sufragios según los sondeos. A diez puntos de distancia le sigue el Partido Democrático (PD). La coalición de derecha, liderada por el jefe leguista, rozaría el 50% de las preferencias ante un hipotético adelanto electoral.
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