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"Ecuador se juega lo mismo que España en 1977"

Por primera vez, los 3,5 millones de ecuatorianos que viven en el extranjero elegirán a sus propios representantes

GORKA CASTILLO

Nacido hace 31 años en Loja, 'la capital de la música de Ecuador', Max Íñiguez tiene fundadas esperanzas de convertirse hoy en el primer representante de la diáspora ecuatoriana en la Asamblea Constituyente. Estudiante de cuarto curso de Derecho, Íñiguez reside en España desde que en 1999 la crisis económica lo expulsó de su país. Socialista convencido y amigo personal del presidente Rafael Correa, Íñiguez se presenta por la lista 29 del partido Red Ética y Democracia, un movimiento que preside Léon Rondós, 'el Zapatero ecuatoriano', crítico con la actuación
del Gobierno.

¿Qué se juega Ecuador en estas elecciones?

Lo mismo que España en 1977. Creemos que el clamor social que existió en aquella España, es el mismo que ahora hay en Ecuador. Cuando el 82% del pueblo vota a favor de que una Asamblea Constituyente redacte una Constitución, como ocurrió en abril, está pidiendo un cambio radical. Una revolución que es necesaria en lo económico y en lo político.

Describe estos comicios como la panacea a los males de Ecuador.

Lo que sí creo es que pueden ser el inicio de una revolución importante.Por primera vez en la historia, se elegirán representantes que viven en el extranjero. ¿Puede desvirtuar el objetivo de la Asamblea Constituyente?El 35% de la población, es decir, tres millones y medio de ecuatorianos, viven en el exterior. Especialmente en España. Por eso creemos que la elección de 8 representantes fuera del país es un acierto.

¿Cómo es Rafael Correa?

Una persona muy inteligente y preparada, pero que, por desgracia, se ha dejado arrastrar por algunos asesores títeres y deshonestos. Nosotros le hemos tendido la mano para ayudarle a salir de donde se encuentra. Hay demasiado conceptualismo en sus palabras. El ecuatoriano está cansado de mensajes vacíos y reclama hechos.

Pero los datos indican que Ecuador ha mejorado desde que accedió a la presidencia

Ecuador está mejorando pero hay muchas cosas que siguen haciéndose muy mal. A Ecuador no hace falta regalarle pescado. Es más importante enseñarle a pescar.

¿Qué defenderá si sale elegido?

Mi partido, Red Ética y Democracia lista 29, es la izquierda. Y, como socialistas que somos, denunciaremos la corrupción de Estado y defenderemos la justicia social. Creemos que en la actual Constitución hay herramientas para hacerlo.

Pero el presidente la considera obsoleta por liberal y sustento de corruptelas.

Es cierto que la anterior Constitución ha favorecido a los ricos, a los exportadores e importadores de materias primas. Tampoco ha beneficiado la inversión del exterior y ha facilitado la fuga de capitales. En eso estamos de acuerdo con el presidente.

¿Coinciden en que la nueva Constitución debe recoger una nueva política económica?

Es cierto que debe ser más equitativa pero si el presidente anula el poder del dólar [Ecuador adoptó la divisa de EEUU], la economía se desmoronará. La política económica de Ecuador se llama Dólar y se apellida Emigración. Esa es la realidad.

¿No es el petróleo?

Ni mucho menos. Lo que está reflotando la economía es el dinero que envían los tres millones de ecuatorianos que tuvieron que emigrar.

Es decir, que la acción de Gobierno no ha influido tanto en la mejora económica del país como muchos creen en Europa.

El cambio es la emigración. Correa es uno de los instrumentos. Yo no estoy en contra del presidente. Es más, como asambleísta propondré el apoyo total a su Gobierno, para que continúe su mandato y culmine su proyecto. Pero debemos aportar a la ciudadanía nuevas herramientas

¿Cuáles?

La descentralización del Estado y la reinversión del enorme montante procedentes de las remesas. No tenemos miedo al presidente, sino a su círculo de poder, que es fruto de la misma partitocracia que él mismo acuña para desprestigiar a la democracia ecuatoriana.

¿Qué peligros rodean a estas elecciones?

El principal es que muchos títeres salgan elegidos. Si esto es así, corremos el riesgo de que se apruebe una Constitución impuesta para favorecer a Correa.

¿Qué ocurrirá si Alianza País, el partido del presidente, obtiene la mayoría absoluta?

No me lo quiero imaginar. Me temo que abusará del poder. Si, por el contrario, decide hacer una mayoría progresista, estaremos a su lado.

La oposición ha criticado la influencia del presidente en
la campaña.

Al Tribunal Supremo Electoral le tiemblan las piernas con Correa. Todos saben que ha violado el reglamento de la ley de elecciones.

El centro Carter no descarta la posibilidad de un fraude a favor de los intereses del Gobierno.

Es una llamada de atención muy seria. Desde el consulado se ha hecho proselitismo a favor del Gobierno diciendo a la gente que no es obligatorio votar, pero moviendo en secreto a toda su maquinaria para que lo hagan. Nos da miedo que las urnas sean manipuladas por los empleados del Gobierno.

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