Este artículo se publicó hace 11 años.
EEUU se enfrenta a un inminente cierre de Gobierno por el desafío republicano
Los demócratas del Senado rechazan la medida aprobada el domingo, controlada por los republicanos, que condicionaba la financiación al Gobierno a un aplazamiento de un año de la ley de salud de Obama
A solo unas horas de que se cumpla el plazo para evitar una paralización del Gobierno federal, el edificio del Congreso de Estados Unidos permanece en silencio, con salas de reuniones cerradas y ningún legislador dentro.
Los demócratas del Senado han decidido rechazar la medida aprobada el domingo de madrugada por la Cámara de Representantes, controlada por los republicanos, que condicionaba la financiación al Gobierno a un aplazamiento de un año de la ley de salud estrella del presidente Barack Obama.
Después de un amargo debate, los republicanos en la Cámara de Representantes rechazaron también un impuesto sobre dispositivos médicos que generaría cerca de 30.000 millones de dólares en 10 años para ayudar a financiar el programa de salud.
La Cámara de Representantes aprobó en cambio por unanimidad un proyecto de ley para mantener los pagos a soldados estadounidenses en caso de que el Gobierno se quede sin dinero el 1 de octubre, en una señal de que los legisladores podrían estar resignados a una paralización.
Mientras las agencias del Gobierno están cada vez más cerca de cerrar sus puertas, la disputa parece un presagio de la próxima gran batalla política en Washington: un proyecto de ley bastante más importante para elevar la capacidad del Gobierno federal para endeudarse.
Si no se logra elevar el techo de la deuda de 16,7 billones de dólares para mediados de octubre, el Gobierno de Estados Unidos podría verse forzado a incumplir el pago de algunas de sus obligaciones, lo que golpearía a la economía local y enviaría réplicas a todo el mundo.
Si se produce un cierre, el Gobierno se vería forzado a incumplir algunos de sus pagos obligatorios
Cuando el Senado se reúna el lunes a las 2 p.m. (1800 GMT), intentará retirar las enmiendas para aplazar la ley de salud de Obama, denominada Obamacare, del proyecto de ley de la Cámara de Representantes y enviar de vuelta un proyecto de ley de financiamiento "limpio", conocido como resolución de continuidad, que fue aprobado por el Senado el viernes. Ese proyecto de ley mantendría al Gobierno financiado hasta el 15 de noviembre.
Veto de ObamaPor su parte, Obama ha amenazado con vetar cualquier proyecto de ley que aplace o retrase su programa de salud. La disputa por la financiación es la culminación de más de tres años de esfuerzos fracasados de los conservadores por rechazar el programa Obamacare, destinado a ampliar el seguro de salud a millones de personas que no tienen cobertura médica.
El programa de salud de Obama pretende ampliar el seguro a millones de personas sin cobertura
Los republicanos argumentan que el plan, cuyo lanzamiento está previsto para el 1 de octubre, es una enorme e innecesaria intromisión gubernamental en la medicina que hará que las primas se disparen y se dañe a la economía.
Y si la batalla por Obamacare se extiende hasta el límite de mediados de octubre para elevar el techo de la deuda, las acciones estadounidenses podrían ser castigadas.
Cuando el estancamiento presagiaba un cese de pagos en 2011, las acciones industriales del Dow Jones cayeron cerca de 2.100 puntos desde el 21 de julio al 9 de agosto y el mercado necesitó dos meses para recuperarse.
Si se paraliza el Gobierno, los gastos para funciones consideradas esenciales, relacionadas a seguridad nacional o el orden público, continuarán, junto con programas de beneficios, como la cobertura de salud Medicare y a los jubilados.
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