Este artículo se publicó hace 14 años.
EEUU y Rusia inician la puja por los favores de Kirguistán
Rusos y estadounidenses tienen bases militares en el país
El valor geoestratégico que presenta Kirguistán ha provocado una puja millonaria entre Estados Unidos y Rusia para ganarse los favores del nuevo Gobierno tras la caída del presidente Kurmanbek Bakiyev en las revueltas de la semana pasada.
Robert Blake, el subsecretario de Estado enviado por Washington a Biskek, la capital de Kirguistán, se reunió ayer con la líder opositora y jefa de facto del país, Rosa Otunbáyeva. "Estamos dispuestos a prestar ayuda para salir de esta situación", afirmó el diplomático estadounidense, citado por la agencia rusa Interfax.
"Planteamos al representante del Departamento de Estado norteamericano que Estados Unidos preste apoyo económico directo a los ministerios", precisó la nueva mandataria, que había servido como embajadora en Washington y Londres.
Otunbáyeva indicó que los problemas que tiene el país en materia presupuestaria son tan graves que no está en condiciones de pagar salarios ni de prestar asistencia médica a los heridos en los violentos choques entre policía y manifestantes antigubernamentales registrados la semana pasada en Biskek.
Semillas y combustibleDurante la entrevista se abordó la posibilidad de que EEUU preste apoyo para restablecer la agricultura en el país, sobre todo en materia de abastecimiento de semillas, combustible y productos químicos.
Aunque ambos negaron haber hablado del tema, el interés principal de Washington es la base de Manás, fundamental para el transporte de suministros militares al frente de Afganistán. La Casa Blanca teme perder el acuerdo que tiene firmado con Kirguistán para usar la base durante los próximos cinco años.
Rusia, que también tiene una base en Kirguistán, se comprometió ayer a enviar ayudas
Tampoco inspira confianza a la Administración estadounidense que algunos miembros del nuevo gobierno interino hayan sugerido la posibilidad de acortar el acuerdo entre la ex república soviética y Washington para complacer a Moscú.
Rusia, que también tiene una base en Kirguistán, se comprometió ayer a enviar ayudas. El primer ministro ruso, Vladímir Putin, anunció que Moscú entregará al gobierno provisional de Kirguistán una urgente ayuda financiera por valor de 50 millones de dólares y le suministrará combustible y semillas. "La situación económica y social en Kirguistán es crítica, y su gobierno provisional nos ha pedido asistencia", dijo Putin durante una reunión del Ejecutivo, y añadió que Rusia debe "ayudar sin falta al pueblo amigo kirguís".
El viceprimer ministro ruso, Ígor Sechin, informó a su vez de que las compañías petroleras rusas concederán a Kirguistán hasta 25.000 toneladas de gasolina y gasóleo, y el ministerio de Agricultura, 1.500 toneladas de semillas para las labores de cultivo.
Putin se mostró convencido de que "la situación se normalizará" en Kirguistán y pidió a sus ministros mantenerse en contacto con los dirigentes de Biskek para "conocer sus necesidades" y coordinar las ayudas, según la agencia oficial Itar-Tass.
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