El Ejército de Pakistán aseguró este sábado haber acabado en las últimas 24 horas con la vida de al menos 17 integristas en su operación en el conflictivo norte del país y ofreció un nuevo recuento al situar en 1.305 el número de talibanes muertos desde que comenzara la ofensiva a finales de abril.

En rueda de prensa en Islamabad televisada por los medios paquistaníes, el portavoz militar, Athar Abbas, explicó que 17 insurgentes y un soldado han fallecido en combates librados en el valle de Swat, principal escenario de la operación, que también se desarrolla en varios distritos vecinos.

Las fuerzas de seguridad paquistaníes han sufrido 105 bajas hasta la fecha, mientras que otros 306 militares han resultado heridos, según detalló Abbas.

De los 1.305 integristas que han perdido la vida desde finales de abril, 40 eran supuestos terroristas suicidas y otros 120 han sido arrestados.

Abbas se defendió de las voces en el país que critican que ningún destacado dirigente de la insurgencia haya sido abatido hasta el momento y aseguró que las tropas han atacado hasta en tres ocasiones al líder de los talibanes en Swat, el mulá Fazlullah.

El Ejército ha asegurado haber recuperado el control de gran parte de las principales poblaciones de Swat y de los distritos de Buner y Dir, pero estima que dominar las zonas más montañosas y despobladas puede llevar aún varios meses.

El portavoz militar subrayó que las tropas permanecerán en las áreas de conflicto hasta que las autoridades locales puedan reanudar su labor.

Las hostilidades han causado un éxodo masivo de población civil en el norte de Pakistán, que la ONU ha cifrado en unos dos millones de personas desplazadas.

Los partes regulares del Ejército carecen de confirmación independiente y no hacen mención a bajas civiles.