Nadie pensaba en él como un aspirante serio y al final consiguió erigirse como el candidato republicano a la Casa Blanca. Ahora, el nombre de Donald Trump suena cada vez más fuerte para convertirse también en el próximo presidente de Estados Unidos.

Según una encuesta elaborada por la cadena CNN, uno de los sondeos electorales más relevantes en el país, Trump ganaría las elecciones presidenciales del próximo noviembre con un 48% de los votos frente al 45% que obtendría su rival, la candidata demócrata Hillary Clinton. La diferencia es aún mayor (un 44% frente a un 39%) si en el sondeo se tienen en cuenta los otros dos partidos, el del libertario Gary Johnson; y el de la ecologista Jill Stein, que obtendrían un 9% y un 3% de los votos, respectivamente.

El resultado de la encuesta, elaborada tras la convención republicana celebrada la semana pasada en Cleveland, es el mejor obtenido por Trump en comparación a su rival en un sondeo de la CNN desde septiembre de 2015.

El salto, según la propia cadena estadounidense, se explica sobre todo por el respaldo de los votantes independientes. Tras la intervención del magnate en la convención, donde fue aupado oficialmente como candidato, un 43% de los independientes se mostró más partidario de darle su apoyo, frente al 41% que dice haber resultado disuadido. Antes de la convención, el 34% de los independientes decía sentirse más atraído por Clinton, frente al 31% que simpatizaba con Trump. Ahora, el 46% respalda a Trump frente al 28% que apoya a Clinton.

Los nuevos resultados del candidato republicano vienen también de un considerable aumento en los apoyos de votantes blancos sin titulación universitaria. Según el sondeo de la CNN, el 62% de éstos simpatiza con Trump, frente al 23% que lo hace con la candidata demócrata.

Escándalo en el Partido Demócrata

Mientras tanto, las perspectivas para el Partido Demócrata se complican. A pocas horas de que dé comienzo la convención del partido en Filadelfia que nominará a Hillary Clinton como candidata a la Casa Blanca, la presidenta del Comité Nacional Demócrata (CND), Debbie Wasserman Schultz, ha comunicado su renuncia tras verse envuelta en un escándalo por la filtración de más de 19.000 correos electrónicos en los que se demuestra que la CND tenía como clara favorita a Clinton e intentó frenar la creciente rebelión de simpatizantes del Bernie Sanders, rival de Clinton en las primarias del partido.

La polémica supone un duro golpe al liderazgo de un partido ansioso por proyectar estabilidad en contraste a la volatilidad de su adversario Donald Trump.

Los miles de correos filtrados el viernes por el sitio web WikiLeaks revelaron que algunos funcionarios del CND exploraron formas de minar la campaña de Sanders, incluyendo plantear cuestionamientos respecto a si el político, que es judío, era en realidad ateo.
"No estoy impactado, pero estoy decepcionado", manifestó Sanders en el programa This Week, de la cadena NBC.

Por su parte, Clinton dijo en una entrevista en el programa 60 Minutes de la CBS que no había leído los correos pero que "era equivocado e inaceptable" el uso de la religión como una estrategia política.

La campaña de Clinton ha planteado que los rusos podrían haber tenido que ver con el hackeo de los correos electrónicos del partido, interesados en ayudar a Trump, que ha intercambiado elogios con el presidente ruso, Vladimir Putin.

"Lo que nos inquieta es que los expertos nos están diciendo que actores del estado ruso irrumpieron en el CND, robaron estos correos electrónicos y otros expertos nos dicen ahora que los rusos han soltado estos mensajes con el propósito de ayudar a Donald Trump" dijo el jefe de campaña de Clinton, Robby Mook, en el programa de la CNN Estado de la Unión.

Donald Trump ha pedido la renuncia de Hillary Clinton tras el escándalo. "Debbie Wasserman Schultz renunció por su fracaso para proteger los servidores de correo electrónico del DNC y el sistema amañado que creó con la campaña de Clinton", dijo en un comunicado el jefe de campaña de Trump, Paul Manafort. "Ahora Hillary Clinton debería seguir el ejemplo de Wasserman Schultz y dejar la campaña por su falta de protección a información de alto secreto", añadió.