Este artículo se publicó hace 4 años.
"El enemigo está a la derecha", una frase de Weimar renace en Alemania
Fue pronunciada en 1922 por el entonces canciller alemán, Joseph Wirth, tras el asesinato del ministro Walther Rathenau, por parte de la ultraderecha. Ahora, ha sido repetida por el primer ministro de Renania-Westfalia, Armin Laschet, tras el ataque xenófobo de Hanau.
Rodrigo Zuleta (EFE)
Berlín-
El atentado xenófobo de Hanau (centro de Alemania) en el que murieron diez personas a manos de un ultraderechista, ha hecho que en la discusión política alemana reviva una frase pronunciada originalmente durante los años de la República de Weimar: "el enemigo está a la derecha".
La frase fue pronunciada de 25 de julio de 1922 por el entonces canciller alemán, Joseph Wirth, tras el asesinato del ministro de Exteriores, Walther Rathenau, por parte de un comando de la ultraderechista Organización Konsul.
Ahora la frase ha sido repetida por el primer ministro de Renania-Westfalia, Armin Laschet, uno de los aspirantes a la presidencia de la Unión Cristianodemócrata (CDU), el partido de la canciller Angela Merkel.
Laschet pronunció la frase en una tertulia televisiva sobre los asesinatos de Hanau al ser interrogado acerca de cual era la principal amenaza para la sociedad actual. "Tal vez en los años setenta era la Fracción del Ejército Rojo pero hoy es el terrorismo de derechas. El enemigo está a la derecha, dijo una vez un canciller", respondió Laschet.
En su momento, Wirth tenía razón
Hoy sabemos que en su momento Wirth tenía razón. El asesinato de Rathenau, que además fue el primer judío en ocupar un ministerio en Alemania, no fue algo aislado sino parte de una estrategia de la derecha revanchista en la República de Weimar para crear un ambiente de guerra civil.
"Berlín no es Weimar", se suele repetir últimamente como consuelo ante el ascenso de la ultraderecha
Además, el ascenso de Hitler al poder 11 años después, con complicidad de parte de las élites conservadoras, mostró que la amenaza para la primera democracia alemana, que terminó por destruirla, no venía de la izquierda sino de la derecha. De hecho, "Berlín no es Weimar", es otra frase que suele repetir últimamente como consuelo ante el ascenso de la ultraderecha.
De hecho, la democracia alemana actual y la constitución de 1949 fueron creadas, por una parte, con los ojos puestos en Weimar para no repetir los errores y, por otra, con la mirada en los años del nacionalsocialismo para crear una especie de antídoto.
El auge de la ultraderecha en la Alemania actual
Sin embargo, en los últimos años con al ascenso de la ultraderecha, y la entrada de un partido como Alternativa por Alemania (AfD) en el Bundestag y en todos los parlamentos regionales alemanes, ha surgido el temor de que Berlín sí pueda ser Weimar.
La AfD, tras los asesinatos de Hanau, ha tratado de desmarcarse de la interpretación general de los hechos según la cual se trató de un acto terrorista de ultraderecha, con motivación racista y xenófoba.
La AfD y su presidente Alexander Gauland, tras los asesinatos de Hanau, han tratado de desmarcarse de la interpretación general de los hechos
El presidente del grupo parlamentario de AfD en el Bundestag. Alexander Gauland, rechazó, en declaraciones a medios alemanes, que se hablara de terrorismo con respecto a lo ocurrido en Hanau y más aún que se hablara de terrorismo de derecha: "Todo lo que sabemos apunta a que se trató del acto de un loco. Entiendo que para hablar de terrorismo se necesita una meta política por lo que no se puede hablar de terrorismo y mucho menos de terrorismo de derecha", dijo Gauland.
Sin embargo, desde diversos sectores de la sociedad alemana, se le responde Gauland que sectores de la AfD y de otros movimientos, como el islamófobo Patriotas Europeos contra la Islamización de Occidente (PEGIDA) han creado un clima que fomenta el racismo y la xenofobia.
"Uno solo disparó en Hanau pero también parece que fueron muchos los que le proporcionaron la munición y entre ellos está la AfD", dijo, por ejemplo, el secretario general del Partido Socialdemócrata (SPD), Lars Klingbeil, en declaraciones en programa Morgenmagazin de la Primera Televisión Alemana (ARD).
El asesino de Hanau, identificado como Tobias R., era alguien que, según vídeos y manifiestos que han encontrado las autoridades, consideraba que había pueblos que eran dañinos y que si no era posible expulsarlos de Alemania debían ser eliminados.
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