Este artículo se publicó hace 11 años.
Un enfermo de cáncer terminal y su novio, primer matrimonio homosexual en Uruguay
La pareja se ha inscrito en el Registro Civil y los contrayentes han anticipado que su intención es celebrar la boda en septiembre
Un enfermo de cáncer terminal y su novio desde hace décadas se han convertido este lunes en la primera pareja homosexual que contrae matrimonio en Uruguay, apenas horas después de que se abriese el registro para este tipo de uniones y haciendo uso de una prerrogativa que permite las bodas 'in extremis' en caso de que la vida de uno de los contrayentes corra peligro.
La pareja deberá esperar ahora once días más para elegir la fecha de su unión civil. Miranda y Borda han anticipado que su intención es celebrar la boda el mes de septiembre, coincidiendo con el Mes de la Diversidad Sexual en Uruguay.
La pareja, que acudió a primera hora de la mañana al Registro Civil, dirige la revista Friendly Map, orientada al público gay uruguayo y está unida desde 1999. Rodeado de periodistas que acudieron al Registro Civil, Miranda destacó ante la prensa que esta jornada "es un día de mucha alegría, emoción y responsabilidad" y opinó que Uruguayestá dando al mundo "una señal de que todos somos iguales, en un momento en que en otros países hay leyes que oprimen y persiguen a los homosexuales".
"Uruguay demuestra que todos somos iguales cuando otros países oprimen a los homosexuales" A su lado, Borda explicó que decidieron hacer público este momento para "desmitificar" las relaciones homosexuales y que todas las personas, "no solo se sientan incluidas, sino que también incluyan". Ambos destacaron que, si bien el nuevo marco legal supone una avance, aún "hay mucho por hacer" y que otros colectivos LGTB (Lesbianas, Gays, Transexuales y Bisexuales) siguen sufriendo discriminación, "en especial los transexuales".
Miranda tiene 45 años, es productor audiovisual y trabaja para la Mesa de Turismo Friendly en el Ministerio de Turismo y Deporte de Uruguay, mientras Rodrigo, de 39, es licenciado en Comunicación. En una entrevista con Efe explicaron el pasado sábado que su boda será "mediática", por su intención de compartir el momento con todo el mundo y animar a que parejas del mismo sexo, "que también quieran casarse y no se atrevan, lo hagan con total normalidad".
La Ley del Matrimonio Igualitario fue aprobada el pasado 10 de abril por la Cámara de Diputados, tras pasar previamente por el Senado. El presidente uruguayo, José Mujica, la promulgó el 3 de mayo y ha entrado en vigor 90 días después de la firma presidencial. Según organizaciones defensoras de los derechos de los homosexuales en Uruguay, no se espera una avalancha de registro de parejas que quieren casarse, aunque al menos otras seis han manifestado públicamente su deseo de contraer matrimonio próximamente.
No se espera una avalancha de registro de parejas que quieren casarse En la actualidad, el matrimonio homosexual también es legal en España, Holanda, Bélgica, Canadá, Sudáfrica, Noruega, Suecia, Portugal, Islandia, Dinamarca y Argentina, así como en seis estados de EEUU, la capital mexicana, el estado mexicano de Quintana Roo y en el estado brasileño de Alagoas.
Además de esta ley, en el último año y medio el Parlamento Uruguayo ha aprobado la despenalización del aborto y ha iniciado el trámite de legalización de la marihuana, con la aprobación el pasado miércoles en la Cámara de Diputados del proyecto de ley que debe ser ratificado por el Senado.
Uno de los esposos sufre cáncerUno de los esposos se encuentra en situación terminal, fruto del padecimiento de cáncer; situación que ha motivado la oportunidad de casarse apenas ha entrado en vigor la ley de matrimonio igualitario. La oficial de la oficina 1 del Registro Civil, Luisa Salaberry, tras recibir un comprobante médico que acreditaba el estado de inminente peligro de muerte de uno de los contrayentes, se trasladó al centro de salud a realizar la ceremonia de casamiento.
"Fue muy emotivo, muy emotivo", ha expresado la oficial actuante, que ha contado que fue una ceremonia íntima de la que participaron los testigos y otros allegados. El enfermo, durante la ceremonia estuvo muy lúcido, ha explicado Salaberry.
"El matrimonio in extremis se hace cuando las condiciones de salud no permiten realizar el trámite normal que requiere una espera de nueve días hábiles entre la celebración y la inscripción. Queda condicionado a la validación judicial posterior", ha añadido la funcionaria.
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