El enviado de la ONU a Siria admite: "No estamos haciendo mucho"

Los intentos diplomáticos para poner fin al conflicto sirio son "casi imposibles" y no se hace lo suficiente para finalizar los combates, dijo el nuevo enviado de Naciones Unidas y mediador de la Liga Árabe, Lajdar Brahimi, en una entrevista transmitida por la BBC.

"Sé lo difícil que es, casi imposible. No puedo decir imposible, así que casi imposible", dijo a la cadena británica el diplomático argelino. "Y no estamos haciendo mucho. Esto en sí mismo es un peso terrible".

Brahimi sustituyó a Kofi Annan como representante especial de Naciones Unidas y de la Liga Árabe en Siria a finales de agosto. Annan dimitió después de denunciar "acusaciones e insultos" en el Consejo de Seguridad de la ONU, que dificultaron sus esfuerzos a la hora de lograr avances en el conflicto.

Mientras tanto, cerca de 20.000 personas han muerto durante la revuelta que comenzó hace 17 meses contra el presidente de Siria, Bashar el Asad.

"No estamos haciendo mucho y esto es un peso terrible"

Brahimi dijo que estaba "asustado por el peso de la responsabilidad" que recaía sobre sus hombros y era consciente de que no se hace lo suficiente para poner fin a la violencia a través de la diplomacia.

"La gente ya está diciendo 'La gente está muriendo, ¿qué estáis haciendo?' Y no estamos haciendo mucho. Esto en sí mismo es un peso terrible", añadió en la entrevista. Brahimi dijo que sentía que estaba "de pie frente a un muro de ladrillo", buscando las grietas que podrían llevar a una solución.

"Llego a este trabajo con los ojos abiertos y (con) ninguna ilusión", dijo.

Por su parte, el ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación, José Manuel García-Margallo, se ha reunido hoy en Madrid con el presidente del Consejo Nacional Sirio (CNS), Abdelbasset Saida, el principal grupo de la oposición siria en el exilio.

Margallo: "El Assad no puede seguir en el poder ni un minuto más"

García-Margallo le ha transmitido la importancia de que "se agrupen todas las fuerzas políticas" que abogan por el fin del régimen de Bashar el Assad, que no puede seguir en el poder "ni un minuto más".

"Desplegaremos todos nuestros esfuerzos" para ayudar a alcanzar ese objetivo, ha añadido el ministro, que ha advertido de que "la desaparición de el Assad de la escena política no puede traducirse en un vacío de poder que pudiera ser utilizado por facciones violentas, extremistas o yihadistas" porque eso tendría "consecuencias gravísimas en toda la región".

Seida, por su parte, ha declarado que la postura del CNS es que la caída del régimen es "una condición necesaria" para poder iniciar "una transición política".  Además, ha señalado que van "a convocar un diálogo nacional" con el objetivo de establecer "una posición unificada" de cara a la formación de un gobierno transición, ha destacado.