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Escocia no será independiente hasta 2016 si gana el 'sí'

PABLO RODERO

El viernes a las 8 de la mañana se hará el anuncio oficial sobre el resultado del referéndum y se conocerá finalmente si Escocia deber ser un país independiente o si continúa siendo parte del Reino Unido. 

En el caso de que el independentismo logre imponerse, la independencia no se haría efectiva de forma inmediata. Según las estimaciones del Gobierno escocés la fecha para proclamar la independencia del nuevo Estado sería el 24 de marzo de 2016, 18 meses después del referéndum. La fecha no ha sido escogida al azar, sino que coincidiría con dos acontecimientos de máxima relevancia en la historia de Escocia.

El 24 de marzo de 1603, el rey escocés Jaime VI subía al trono de Inglaterra tras el fallecimiento sin descendencia de la reina Isabel II. Toda la isla de Gran Bretaña pasaba entonces a estar gobernada por el mismo monarca, aunque Escocia e Inglaterra conservaron sus respectivos parlamentos y sistemas legales. Ese mismo día, pero en el año 1707, el parlamento escocés se disolvía para integrarse en el de Westminster. Los estados escocés e inglés desaparecían de facto y nacía el Reino Unido de Gran Bretaña.

Si finalmente, 307 años después de la unión, los escoceses votan por recuperar la independencia, estos son los puntos más importantes de la negociación que se iniciaría tras el referéndum:

El asunto que seguramente ocupe una posición más prioritaria en las negociaciones es el de la divisa. El primer ministro escocés, el nacionalista Alex Salmond, ha expresado numerosas veces su intención de que Escocia siga utilizando la libra esterlina tras la independencia con el argumento de que la libra es tan inglesa como escocesa.

Su principal problema es que el Banco Central de Inglaterra está ubicado en Londres y el Gobierno británico ha insistido en numerosas ocasiones que no está dispuesto a crear una zona esterlina entre ambos países, poniendo como ejemplo el resultado que el euro ha tenido para el resto de Europa.

La clave para desatascar las negociaciones será el reparto de la deuda pública británica. Con el fin de dar confianza a los mercados de deuda, el Tesoro británico anunció en enero que se haría cargo de toda la deuda del Reino Unido, incluida la parte escocesa, si hubiera independencia. Esto supone que Escocia no está legalmente obligada a asumir ninguna deuda, aunque Edimburgo se ha mostrado dispuesto a hacerlo a cambio de, precisamente, la creación de una zona monetaria común.

El proyecto del Partido Nacionalista Escocés (SNP, por sus siglas en inglés) cuenta con la integración de una Escocia independiente en las organizaciones internacionales de las que ya forma parte dentro del Reino Unido. Las dos cuyo acceso podría entrañar más problemas son la Unión Europea y la OTAN. El entonces presidente de la Comisión Europea, Durao Barroso, declaró en febrero que integrarse en la Unión Europea sería 'extremadamente difícil, si no imposible', desatando una cascada de reacciones en el Reino Unido.

La mayoría de expertos coinciden en que Escocia no tendría demasiados problemas para superar los requisitos de entrada en el club de Bruselas, dado que ya forma parte como una región del Reino Unido desde 1973. El principal problema podría llegar ante la perspectiva de que algún estado miembro ejerciera el veto y bloqueara la entrada de Escocia en la Unión. Todas las sospechas giran en torno a España, que podría tratar de entorpecer el proceso con el fin de no dar más impulso a sus propios movimientos secesionistas, especialmente al catalán.

Una cuestión no menos peliaguda es la del traslado de la base de submarinos nucleares de Falsane, en el corazón de Escocia, el lugar donde el Reino Unido almacena sus 300 cabezas nucleares. El SNP ha dejado claro que las armas nucleares deberán abandonar Escocia si hay independencia y se ha llegado a plantear incluir una prohibición escrita en la futura constitución escocesa.

The Guardian publicó una información el verano pasado sobre la supuesta intención del Ministerio de Defensa británico de convertir la base en una zona de soberanía territorial británica, un estatus similar al de las bases británicas en Chipre. Esta posibilidad fue rechazada de plano por el Gobierno escocés. El mismo diario londinense publicó unas declaraciones con un ex alto cargo de la OTAN que ponía en cuestión la entrada de una Escocia independiente en la alianza militar mientras no resolviese sus disputas con el Reino Unido.

Concluido el proceso de negociación, se empezaría a trabajar en la redacción de una Constitución escrita (de la que carece el Reino Unido) y en mayo de 2016 se organizarían las primeras elecciones generales de Escocia. El precedente más similar de una escisión estatal fue la división de Checoslovaquia en 1992. En una entrevista a la BBC el entonces primer ministro checo Vaclav Klaus le quitó hierro al asunto y declaró: 'Es muy fácil dividir un país, muy fácil. La proporción de la población entre República Checa y la República Eslovaca era de 2 a 1 y todo fue dividido con una proporción de 2 a 1'. Veremos si el asunto resulta tan sencillo entre Escocia y el Reino Unido.


https://www.quoners.es/debate/crees-que-ganara-el-si-o-el-no-a-la-independencia-en-escocia

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