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El esfuerzo por reducir la huella ecológica de una cumbre de medio ambiente

Kenia, sede de la Asamblea y cuartel general de ONU medio ambiente, se ha convertido en los últimos años en un ejemplo en la reducción de plásticos, con la prohibición en 2017 del uso, fabricación e importación de bolsas de plástico a nivel comercial y doméstico.

Estudiantes de centros internacionales en Kenia participan en una manifestación para exigir una mayor intervención en la lucha contra el cambio climático, este viernes en Nairobi (Kenia). EFE/ Dai Kurokawa

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Reducir la huella ecológica en una asamblea con cerca de 5.000 asistentes ha sido la titánica tarea de ONU medio ambiente, que celebró esta semana en Nairobi su cumbre más importante, donde se acordó reforzar la lucha mundial contra las amenazas a nuestro planeta.

Un recinto libre de plástico, vasos de papel y botellas de cristal son algunos de los elementos que protagonizaron la IV Asamblea de medio ambiente de la ONU (#UNEA4), que reunió en la capital keniana a mandatarios y expertos de todo el mundo.

"Todo lo que hagas en este mundo va a tener una huella ecológica, pero lo que buscamos es alcanzar nuestros objetivos con un mínimo coste para el medio ambiente", explicó en una entrevista con Efe el responsable de Sostenibilidad y Neutralidad Climática de la ONU en su oficina de Nairobi, Shoa Ehsani.

Según explica este experto de origen iraní, el modelo de esta organización implica reunir a muchas personas en un mismo espacio para debatir y tratar temas, un hecho que ya conlleva una huella ecológica a través de los vuelos, desplazamientos en taxi o las habitaciones de hotel.

Este tipo de reuniones también suelen implicar un mayor gasto en papel, botellas de agua, cubiertos de plástico y otra serie de desechos de un único uso que no siempre se reciclan y que pueden terminar en los vertederos.
A pesar de esto, este experto en sostenibilidad considera que este tipo de encuentros sí merecen la pena, pero que es necesario gestionarlos de manera adecuada para "reducir el impacto".

"Es importante reunir a personas con ideas y preocupaciones afines para debatir juntos y seguir hacia delante", señala Eshani, quien subraya que "el reto de alcanzar una mayor conciencia entre el público generalizado permanece".

Este experto trabaja dentro del proyecto "Greening the blue" ("Haciendo el azul más verde"), una iniciativa que surgió en la ONU en 2008 para hacer unas Naciones Unidas climáticamente neutrales y que no se aplica sólo a sus sedes, sino también a sus encuentros y asambleas.

Desde ese año, la ONU mide la huella ecológica de todas sus operaciones y durante encuentros como UNEA-4, esta huella incluye vuelos, desplazamientos en taxi, autobús, gastos en dietas, impresión de informes, memorias USB y un largo etcétera.

Para esta última asamblea, todos los asistentes debían responder a una serie de preguntas relacionadas con su viaje a Kenia y que incluían la forma de transporte, el número de días que estarían en el país e, incluso, si llevarían consigo una botella reutilizable.

Y es que la sede de la ONU en Nairobi, una de las más verdes de todas con las que cuenta esta organización y que tiene incluso monos en su interior, es un espacio libre de plástico desde hace un año, donde no se puede acceder con ningún producto fabricado con este material.

Sin embargo, no todos los asistentes a este encuentro eran conscientes de esta prohibición y tal y como pudo constatar Efe, accedieron al recinto con botellas de plástico y otros elementos poco amables con el medio ambiente.

"Lo que hacemos es reciclar esos desechos con una empresa privada, ya que Kenia cuenta con directivas, pero no con una política sobre reciclaje", explica Ehsani al ser preguntado sobre el destino de todos esos residuos.

El compromiso con la batalla contra los plásticos que se recogió en el texto final de UNEA-4 incluye la eliminación de los de un solo uso para 2030, un punto que se aprobó con la reticencia de Estados Unidos, que cree que la lucha contra esta lacra debe hacerse "dentro de un contexto".

La promoción de dietas vegetarianas o basadas en el consumo de verduras también centraron las recomendaciones de los expertos durante la Asamblea, ya que resultan mucho menos dañinas al medio ambiente.

En relación a esta cuestión, Eshani explicó que tres de los puestos de comida de la sede de la ONU en Nairobi cuentan con opciones vegetarianas y que al no tener Kenia un sector agroalimentario especialmente industrializado, la mayor parte de los productos son "bio".

La deforestación fue la gran perjudicada en el documento final de UNEA-4 por la falta de acuerdo entre las delegaciones, pues sólo tuvo una discreta mención.

La Asamblea estuvo, sin embargo, casi libre de papel, con la mayor parte de los documentos disponibles en línea y la distribución de memorias USB fabricadas con madera entre los periodistas, un contraste frente a otras cumbres.

Según Eshani, la ONU habría ahorrado entre 150.000 y 200.000 folios en esta cumbre, y propuso que, para futuros encuentros, algunos delegados o periodistas podrían seguir las conferencias en línea para evitar el coste ecológico de los vuelos.

La Asamblea de la ONU para el medio ambiente es el máximo órgano de toma de decisiones sobre temas medioambientales en todo el mundo, y se reúne cada dos años para establecer las prioridades sobre políticas globales y desarrollar el derecho ambiental internacional.

UNEA se creó en 2012 durante la celebración de la Conferencia sobre Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas en Río de Janeiro (Brasil), más conocida como Río+20.

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