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Estela de Carlotto posa por fin con su nieto en Argentina

EFE

Estela de Carlotto, presidenta de las Abuelas de la Plaza de Mayo, ya está junto a su nieto Guido. Hasta esta semana, Guido era Ignacio Hurban, uno de los tantos hijos de víctimas de la dictadura argentina que fue robado en los 70 y criado con otro nombre. Pero hoy Guido Montoya Carlotto (o Ignacio Hurban) pudo por fin posar sonriente junto a su verdadera abuela, que llevaba 36 años buscándole.

Ambos comparecerán hoy juntos en público por primera vez, tras la reciente restitución—este martes— de la identidad de Ignacio, nacido en cautiverio durante la última dictadura militar (1976-1983). Es el nieto 114 que consiguen encontrar las Abuelas de Plaza de Mayo.

'Es la llegada del nieto del país', afirmó hoy la titular de Abuelas de Plaza de Mayo en una entrevista con Radio del Plata, feliz por que toda la sociedad argentina haya recibido la restitución de la identidad de su nieto 'como un éxito'.

'Es tan bueno, es tan sano... Lo criaron bien. (...) Él no pregunta, recibe y escucha con un respeto enorme', contó Estela de Carlotto, de 83 años, sobre el nieto al que buscó durante 36 años.

Guido se acercó voluntariamente a la Comisión Nacional por el Derecho a la Identidad, que dirige Claudia Carlotto, su tía, para hacerse análisis genéticos porque dudaba de su identidad.

Los estudios demostraron que era hijo de Laura Carlotto, secuestrada en noviembre de 1977 por fuerzas de la dictadura cuando estaba embarazada, y Oscar Montoya, militante de la ultraizquierda peronista, también detenido y asesinado.

El cadáver de Laura, con disparos en la espalda, fue entregado en agosto de 1978 a su familia, que supo del nacimiento de Guido por otros detenidos por la dictadura, mientras que los restos de Montoya fueron localizados en una fosa común e identificados en 2009 por el Equipo Argentino de Antropología Forense, que los devolvió a su familia.

La titular de Abuelas de Plaza de Mayo dijo también que su nieto y ella fueron recibidos este jueves por la presidenta argentina, Cristina Fernández, y sus hijos, Máximo y Florencia Kirchner.

Con Guido Montoya Carlotto son 114 personas, hijos de víctimas de la dictadura, las que han recuperado su verdadera identidad gracias a los esfuerzos de las Abuelas de Plaza de Mayo, que calculan que todavía hay unas 400 personas que fueron apropiadas y desconocen sus orígenes.

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