Entrenados y equipados, miles de militantes pacifistas de grupos no violentos están convencidos de que pueden bloquear las delegaciones del presidente de EEUU, Barack Obama; el primer ministro británico, Gordon Brown; el jefe de Estado francés, Nicolas Sarkozy, y otros mandatarios que acudirán el viernes a la cumbre de la OTAN en la ciudad francesa de Estrasburgo. La Policía ha señalado que su prioridad es garantizar la seguridad de los 2.000 VIP de la Alianza Atlántica, no la de los manifestantes. Hay 10.000 policías desplegados en la urbe francesa, que compartirá la celebración de la cumbre con sus vecinas alemanas Kehl y Baden-Baden.

La ciudad de la reconciliación franco-alemana y sede de la Corte Europea de Derechos Humanos parecerá a partir de hoy una fortaleza y algunas de las medidas tomadas con motivo de la cumbre del 60 aniversario de la OTAN recuerdan a un estado de excepción.

Los cerca de 40.000 ciudadanos que residen en las que han sido calificadas Zona Roja oyZona Naranja es decir, las inmediaciones de los palacios y centros de conferencias donde tendrán lugar los actos de esta cumbre, no podrán recibir visitas desde el jueves por la noche hasta el domingo.

En los últimos días, brigadas policiales intervinieron en las casas de algunos vecinos que habían colgado la bandera arco iris con el lema 'Paix' ('Paz') en la Zona Roja o en las avenidas por donde pasarán las caravanas presidenciales, según el principal diario de Estrasburgo, DNA. Los agentes les obligaron a retirarlas.

Cuando las organizaciones anti-OTAN preguntaron qué ley prohíbe desplegar esa bandera, los responsables policiales afirmaron que se había tratado de una iniciativa personal de algunos agentes. Las autoridades han abierto una investigación, según DNA.

El martes, el Tribunal Administrativo de Estrasburgo examinó seis demandas presentadas por la Liga de Derechos Humanos contra otras tantas medidas de la prefectura de la ciudad que la organización juzga incompatibles con los derechos fundamentales.

'Hay que impedir que actúen quienes quieren perturbar la Cumbre de la OTAN', dijo el lunes la ministra de Interior, Michèle Alliot-Marie.

Mucho se hablará en las próximas horas de la presencia de violentos en las manifestaciones e incluso del 'riesgo de un atentado terrorista', como ya hizo la ministra.

Entre los 20.000 participantes anunciados en las protestas, 1.000 de ellos son pacifistas entrenados en técnicas de resistencia activa no violenta. Pertenecen a organizaciones como Los Desobedientes o el Ejército Payaso Rebelde Insurgente y mantienen su objetivo de bloquear a una o varias delegaciones de la OTAN, impidiendo el desarrollo de la cumbre ante las cámaras de televisión.

Según Xavier Renou, de Los Desobedientes, el comisario Hartmann les dijo este miércoles en una reunión que 'la prioridad' de la Policía no será la seguridad de las personas que intenten manifestarse. Frente a militantes dispuestos a encadenarse en las calles y a lanzar acciones de agitación vestidos de payaso, los agentes estarán autorizados a emplear la fuerza y gases lacrimógenos.

Los hospitales de Estrasburgo han recibido instrucciones de reforzar sus servicios de urgencias con tres tipos de centros especializados: uno para los VIP, otro para los policías y un tercero para los manifestantes.

Estos últimos centros, dada la tendencia de los manifestantes a no confesar su identidad, han recibido paquetes enteros de códigos de barras para asignarles una identificación. Algunos de ellos, llevan el color identificativo negro, normalmente reservado a quienes ingresan cadáver, según una enfermera movilizada por un centro. La dirección de los Centros Hospitalarios Universitarios del departamento, consultada por Público, rehusó dar mayores precisiones.