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El Consejo Europeo cancela la cumbre de jefes de Estado de la UE, pero mantiene la de la eurozona

El Eurogrupo exigió este sábado más austeridad a Grecia para acceder al tercer rescate. Los bancos helenos necesitan unos 25.000 millones de euros solo para recapitalizar sus bancos. 

Piezas de ajedrez que representan a los dioses griegos y a soldados espartanos, este sábado en Atenas. REUTERS

AGENCIAS

BRUSELAS/MADRID.- El presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, anunció este domingo la cancelación de la cumbre de jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea (UE) prevista para esta tarde, aunque se mantiene el encuentro de los líderes de los diecinueve países que forman parte del euro.

"He cancelado la cumbre europea de hoy. La cumbre del euro comenzará a las 16:00 (14:00 GMT) y va a durar hasta que concluyamos las discusiones sobre Grecia", afirmó Tusk en un breve mensaje en Twitter.

El presidente del Consejo Europeo tomó esta decisión después de conversar con el del Eurogrupo, Jeroen Dijsselbloem, sobre el resultado de la reunión de ministros de Economía y Finanzas de la zona del euro (Eurogrupo), celebrada este sábado en Bruselas.

Esa reunión finalizó pasada la medianoche sin lograr un acuerdo que permitiera dar un mandato a las instituciones para comenzar a negociar un tercer rescate a Grecia, después de que este país solicitase un nuevo préstamo de tres años a cargo del Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE).

Ante la falta de resultados, los ministros decidieron retomar los contactos en la mañana de este domingo, antes de la cumbre extraordinaria de sus jefes de Estado y de Gobierno, y de la reunión regular prevista por ese foro para mañana lunes.

"El Eurogrupo va a continuar las discusiones hoy, como han visto son bastante complicadas, así que esperamos más progreso hoy", dijo el vicepresidente de la Comisión Europea (CE) para el Euro, Valdis Dombrovskis, a su llegada al encuentro. "Creo que es relativamente poco probable que la CE obtenga hoy un mandato para empezar las negociaciones formales sobre un tercer programa o un programa del MEDE, pero creo que el Eurogrupo puede preparar y dar su contribución a las discusiones de los líderes de después", añadió.

El ministro de Finanzas austríaco, Hans-Jörg Schelling, afirmó que el desarrollo de las negociaciones con Grecia está siendo "muy difícil" porque hay muchos desacuerdos todavía, pese a lo cual sigue siendo "optimista" de que pueda alcanzarse un acuerdo. Schelling reconoció que hay "muchos puntos" en los que no hay consenso "ni dentro de la eurozona ni con Grecia".

Más peticiones

Los escépticos ministros de Finanzas de la zona euro exigieron el sábado a Grecia que vaya más allá de las dolorosas medidas de austeridad aceptadas por el primer ministro, Alexis Tsipras, si quiere que se abran negociaciones sobre un tercer rescate para que su quebrado país siga en la zona euro.

Además, el Eurogrupo está trabajando en una declaración conjunta que llamaría a Grecia a comenzar a implementar las reformas lo antes posible para volver a ganar confianza, según señalaron hoy fuentes en Bruselas. "Algunas medidas idealmente deberían ser aprobadas ya el lunes para generar credibilidad y confianza lo más rápido que sea posible", dijo un diplomático europeo bajo la condición de mantenerse en el anonimato.

Los ministros se alinearon para expresar su indignación con Tsipras al llegar a su enésima reunión de emergencia sobre la crisis de deuda griega, que pondrá a Atenas al borde del abismo económico cuando los mercados financieros abran el lunes, a no ser que se apruebe una nueva ayuda.

Funcionarios de la Unión Europea pronostican que habrá un acuerdo el fin de semana para mantener a Grecia a flote, pero dos fuentes dijeron que hay consenso entre los otros 18 ministros de que el gobierno izquierdista en Atenas debe dar más pasos para convencerles de que honrará sus nuevas deudas.

Tsipras logró el sábado el apoyo parlamentario para un duro paquete de reformas muy parecido a las medidas previamente exigidas por sus acreedores internacionales y rechazadas por los griegos en un referendo el pasado domingo.

Wolfgang Schaeuble, ministro de Finanzas de su mayor acreedor, Alemania, y un estricto defensor de las reglas fiscales de la UE, dijo que las negociaciones serían "excepcionalmente difíciles". Sin embargo, es Finlandia el país que se ha colocado en el centro del núcleo duro que aboga por un Grexit. No obstante, esté país no dispone del peso suficiente en el fondo de rescate como para vetar una extensión de las ayudas al país heleno. 

Desde que el gobierno izquierdista de Tsipras llegó al poder en enero, el optimismo sobre Grecia se ha "destruido de una manera increíble en los últimos meses", afirmó. Un periódico alemán informó que su ministerio está sugiriendo que, o bien Grecia mejora sus propuestas rápidamente y transfiere bienes estatales por un valor de 50.000 millones de euros a un fondo para pagar su propia deuda, o será "alejada" temporalmente de la zona euro por cinco años.

El ministerio alemán de Finanzas declinó comentar el reporte del Frankfurter Allgemeine Sonntagszeitung. Varios funcionarios indicaron que nadie habló de una posible salida helena del euro en la reunión, que se tomó una pausa tras tres horas. Otros ministros que llegaron a la reunión del Eurogrupo también hablaron de una falta fundamental de confianza después de años de promesas incumplidas griegas y seis meses de comportamiento errático y provocador por parte del Gobierno de izquierda radical de Tsipras.

"Todavía estamos muy lejos", dijo Jeroen Dijsselbloem, el ministro de Finanzas holandés que preside la reunión. "Tanto en el contenido como la más complicada cuestión de confianza, incluso si todo está bien sobre el papel, la pregunta es si va a conseguir ponerse en marcha y suceder (...) Estamos frente a una negociación difícil", agregó.

Sin embargo, una reunión preparatoria celebrada antes el sábado aprobó con reservas una recomendación de las instituciones de la UE y el Fondo Monetario Internacional (FMI) sobre que las propuestas de Tsipras servían de base para iniciar las negociaciones, indicaron fuentes cercanas al encuentro.

Deserciones

Anoche en Atenas, Tsipras tuvo que depender de los votos de la oposición de derecha después de que algunos de sus diputados de la izquierda rechazaran recortar el gasto, subir impuestos y otras medidas que propuso para desbloquear 54.000 millones de euros en un crédito a tres años.

Un aliado de Tsipras, el ministro de Economía, George Stathakis, dijo que los ministros disidentes deberían ser sustituidos y que los legisladores rebeldes tendrían que dejar sus escaños si no están de acuerdo.

Pero Alemania, el mayor acreedor en dos rescates previos por un total de 240.000 millones de euros, es profundamente escéptica y su opinión pública es hostil a dar más ayuda a Grecia, agregando presión sobre la canciller, Angela Merkel.

"Las elevadas cifras de necesidades de financiación para los próximos tres años podrían ser demasiado altas y demasiado precipitadas", dijo una fuente de la zona euro. Agregó que las autoridades creían que Grecia podría necesitar 82.000 millones de euros, que provendrían del FMI y otras fuentes de la UE.

Fuentes en las instituciones crediticias señalaron que Grecia necesitaría 25.000 millones de euros solo para recapitalizar a sus golpeados bancos, que llevan cerrados desde que se impusieron controles de capital el 29 de junio, tras el fracaso de las anteriores negociaciones para un rescate. Stathakis dijo al canal griego Mega TV que los controles de capital, que restringen la retirada de efectivo y las transferencias bancarias, seguirán al menos dos meses más.

Las fuentes dijeron que el FMI sugirió que una forma de hacer sostenible a medio plazo la deuda griega podría ser ampliar el vencimiento de préstamos pasados y nuevos a 60 años, en lugar de 30.

Una evaluación positiva de las propuestas griegas emitida por la Comisión Europea, el Banco Central Europeo y el FMI el viernes por la noche, junto a comentarios optimistas de Francia, habían elevado las expectativas de que el Eurogrupo daría luz verde a las nuevas negociaciones del préstamo.

Sin embargo, hasta el ministro de Finanzas francés, Michel Sapin, el aliado más poderoso de Grecia en la zona euro, dijo: "La confianza se ha visto arruinada por todos los gobiernos griegos a lo largo de muchos años, que a veces han hecho promesas sin cumplirlas en absoluto".

"Ahora tenemos que tener confianza de nuevo, para tener la certeza de que las decisiones anunciadas son decisiones que de verdad va a tomar el Gobierno griego", agregó.

Líderes de la zona euro, entre ellos Merkel y el presidente francés, François Hollande, tienen previsto reunirse el domingo, ya sea para apoyar el veredicto de los ministros o, junto con otros líderes de la UE, para tomar medidas para contener las consecuencias de una inminente quiebra griega.

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