La situación en la frontera bielorrusa ha dado los frutos que Lukashenko esperaba y sigue incomodando al bloque comunitario. Desde Bruselas han propuesto una serie de medidas para poder alargar los periodos de tramitación de las solicitudes de protección internacional. 

La comisaria europea de Interior, Ylva Johansson, ha expresado que estas normas son extraordinarias y excepcionales y su durabilidad será de seis meses. 

Estas medidas son fruto de las peticiones de los líderes europeos que, en la cumbre de octubre, propusieron ofrecer soluciones a Polonia, Letonia y Lituania, países que hacen frontera con Bielorrusia. 

Para poder agilizar los procesos migratorios que están sucediendo en las fronteras desde hace unas semanas, han concluido que la solución reside en que las autoridades de los tres países tengan más tiempo para tramitar los registros de solicitudes de asilo. Si antes el plazo era de entre tres a diez días, ahora es de cuatro semanas.

Por otro lado, en caso de que las personas llegadas a territorio europeo no tengan derecho a la protección internacional que el bloque podría ofrecer, desde Bruselas plantean la posibilidad de "simplificar y acelerar" su deportación. Sin embargo, también han instado que todos los expedientes cumplan con el Derecho europeo e internacional y han prohibido las "devoluciones en caliente". 

En este sentido, también se insta a que todas las personas que lo precisen puedan recibir atención médica de emergencia y cualquier tipo de necesidad de las personas vulnerables. 

La propuesta, todavía debe ser adoptada por el Consejo y ser consultada a la Eurocámara, incide en la cooperación que deberán garantizar los estados miembros con asociaciones como ACNUR.