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"Los europeos hacen muy poco en Cuba"

Bob Menéndez, senador demócrata por Nueva Jersey, es partidario de mantener el embargo

ADRIÁN FONTES

De todos los cubanoestadounidenses del Congreso, Bob Menéndez presenta la originalidad de no ser ni republicano ni de Florida. Nacido en Nueva York en 1954, ha representado al Estado vecino de Nueva Jersey en el Senado desde hace dos años. Su gran proyecto es la creación de un Fondo de Desarrollo Económico y Social para las Américas, en parte inspirado de los fondos estructurales de la Unión Europea (UE). Es un férreo partidario del embargo de medio siglo contra Cuba y no le hace ninguna gracia que su colega del Senado Barack Obama haya prometido cambiar las relaciones con Raúl Castro.

¿Que la parece el trato que Bush le dio a Zapatero durante los últimos cuatro años?

España es un país muy importante en nuestras relaciones transatlánticas, así como en Latinoamérica. Aunque tengamos diferencias, por ejemplo sobre Cuba, tendría que haber mucho más diálogo. Hay muchos intereses mutuos en los que se podría progresar. Creo que la actitud del presidente Bush, en ese sentido, ha sido negativa. No es que esté de acuerdo con Zapatero en todo, pero es el líder democráticamente electo de un país muy importante y es un error no disponer del tipo de diálogo o de relaciones que yo creo que deberíamos tener.

¿Existen posibilidades de que ambos países acerquen posiciones sobre Cuba?

Yo siempre le he dicho a mis colegas parlamentarios o a los dirigentes de otros países que estamos de acuerdo en estar en desacuerdo de una forma honesta y sincera. Lo que a mí me sorprende es que aún estemos en desacuerdo sobre cómo queremos lograr la democracia y el respeto de los derechos humanos de los cubanos. No veo que estos países estén haciendo algo en ese sentido. Aparte de la República Checa, Polonia y otras naciones del este de Europa, no veo que los españoles u otros países estén dando alguna oportunidad a los activistas de derechos humanos, a los disidentes políticos, a los periodistas independientes, como lo hicimos en Polonia con Lech Walesa, en la ex Checoslovaquia con Vaclav Havel o en la ex Unión Soviética con Alexander Solzhenitsyn. La realidad es que las embajadas de estos países europeos en Cuba hacen muy poco. No quieren enojar al régimen castrista.

Hablando de Cuba, ¿qué le parece la propuesta del candidato Barack Obama de reunirse con Raúl Castro?

Es un error ofrecer contactos al régimen cubano sin cambios positivos en los derechos humanos, sin que sean liberados los presos políticos que están en la cárcel, sin que haya progresos hacia los derechos de los que todos disfrutamos en el mundo libre y democrático. Hay muchos dictadores que necesitan tener un diálogo con Estados Unidos, porque darían la impresión al pueblo de que las cosas van a cambiar, cuando en realidad no será el caso. En ese sentido, el senador Obama está completamente equivocado. Estoy seguro que Raúl Castro quiere diálogo con el próximo presidente de Estados Unidos, porque el mensaje que podría mandar a los cubanos sería: ‘Como Estados Unidos dialoga conmigo, pues ya no hay otro país que vaya a presionarme'. Pienso que es un error enorme. No creo que este tipo de diálogo cambie absolutamente nada en Cuba.

Durante la campaña, su candidata Hillary Clinton  hizo declaraciones muy duras contra el presidente venezolano, Hugo Chávez. ¿Qué consejo le daría para sus relaciones con Venezuela?

Lo que le diría a la senadora Clinton o al próximo presidente, sea quien sea, es que le damos demasiada importancia a Chávez. Lo que es importante es lo que hace Estados Unidos, no lo que hace Chávez. Tenemos que tener una política mucho más activa en América Latina. Si lo hacemos, tendríamos un efecto mucho más positivo sobre nuestras relaciones con la región.Así, importaría menos lo que haga Chávez y mucho más lo que hagamos nosotros.

Usted se ha quejado varias veces de que la Administración de Bush se olvidó de América Latina. ¿Cuál será el reto para el próximo presidente en dicha región?

La relación entre Estados Unidos y los latinoamericanos tiene que ir mucho más allá de lo que ha hecho esta Administración, que la limitó al libre comercio y la lucha antidroga. Hay una agenda mucho más amplia: la energía, la seguridad colectiva, la prosperidad de los pueblos.

La herencia que dejará Bush al abandonar la Casa Blanca va a ser difícil de asumir, ¿no?

El próximo presidente va a heredar tantos problemas que creo que va a ser uno de los momentos más difíciles de la historia de Estados Unidos. Irak será un tema central, porque estamos hablando de las vidas de los soldados, de un gasto enorme que no se está pagando. Se está agregando a la deuda. Las próximas generaciones van a pagar por los errores del presidente Bush y de esta guerra. Obviamente, el presidente Bush solamente tiene la intención de dejarlo de herencia para el próximo presidente de Estados Unidos. 

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