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Francia aún cree en la mediación de Hugo Chávez

La decisión unilateral de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) de liberar a tres rehenes ha resultado un plato indigesto para el Gobierno de Bogotá

GORKA CASTILLO

La decisión unilateral de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) de liberar a tres rehenes ha resultado un plato indigesto para el Gobierno de Bogotá. En primer lugar, porque Francia, involucrada hasta la cejas en esta crisis, ha vuelto a poner los ojos en el presidente venezolano Hugo Chávez como facilitador de nuevos gestos guerrilleros, algo que su homólogo colombiano Álvaro Uribe creía finiquitado desde el pasado 21 de noviembre.

El portavoz del Gobierno francés, Laurent Wauquiez, exaltó ayer sin ambages el papel de Chávez en la decisión de las FARC y añadió que 'eso valida nuestra elección de depender del apoyo del presidente venezolano'. En una entrevista radiofónica, el primer ministro galo, Francois Fillon, aseguró que la noticia de la liberación ha reactivado la iniciativa diplomática francesa en toda la región y agradeció la ayuda que pueda llegar a partir de ahora de Brasil, Argentina y 'también de Venezuela' .

Aunque Fillon reveló que Francia está preparada para alojar al número de presos que Bogotá considere oportuno poner en la calle, también mandó un recado inquietante al presidente colombiano: 'Ahora es Álvaro Uribe quien debe hacer posible la liberación de Ingrid Betancourt. Es lo más importante para él y para su país'. La propuesta que tiene encima de la mesa es acelerar el canje de 45 rehenes en poder de las FARC por 500 guerrilleros encarcelados en Colombia. El deseo de Nicolas Sarkozy es que su compatriota Ingrid Betancourt sea liberada 'antes de fin de año'.

La reacción de la Casa de Nariño -sede presidencial colombiana- no tardó en llegar. El alto comisionado de Paz, Luis Carlos Restrepo, apuntó que la puesta en libertad de los tres rehenes 'ha sido vista con buenos ojos' por el Gobierno colombiano aunque descartó que vaya a producirse el despeje militar de dos zonas exigidas por las FARC para completar el canje humanitario.

El presidente, Álvaro Uribe, fue aún más lejos en una entrevista concedida ayer a Radio Caracol  al asegurar que 'hay  políticos nacionales y algún político de menor nivel de importancia de Estados Unidos' que recomiendan a las FARC no aceptar sus condiciones para negociar un acuerdo. No dio nombres.

Estas declaraciones sirvieron a Hugo Chávez para acusarle de no querer que el canje llegue a buen puerto. 'El Gobierno de Colombia no desea el acuerdo, no quiere la paz porque es un gran obstáculo para seguir instalando en la selva bases militares y miles de soldados y unidades de operaciones especiales  con el apoyo de EEUU'.

El mandatario venezolano también señaló que ha recibido una misiva del Gobierno francés donde se le solicita continuar al frente de la mediación, ' y he contestado que seguiré hasta donde pueda', expresó.  

Chávez fue enfático al señalar que tras el gesto mostrado por las FARC, se abre un nuevo escenario que requiere la evaluación de 'tiempos, espacios y riesgos para asegurar la liberación del resto de las personas que siguen secuestradas'.

Fuentes cercanas a este delicado proceso aseguraron a última hora de ayer que los tres liberados por la guerrilla, Clara Rojas, su hijo y la ex parlamentaria Consuelo González, podrían encontrarse ya 'fuera del anillo de seguridad de las FARC'. El encuentro con sus familiares tras lustros de cautiverio en la selva colombiana es cuestión de horas.

Respecto al cumplimiento de la exigencia guerrillera de que los tres liberados sean 'recibidos por el presidente venezolano o por quién él designe'. Chávez apuntó estar barajando varias alternativas, aunque ninguna de ellas es fácil ya que 'pueden encontrarse en un lugar remoto de la selva colombiana'.

La esperanza de los familiares de los 45 rehenes volvió ayer a reconstruirse tras casi un mes de sombras oscuras. La madre del teniente de policía Elkin Hernández, en manos de las FARC desde hace casi 10 años, solicitó al Gobierno colombiano que 'no emprenda acciones que puedan perjudicar la eventual liberación de nuestros secuestrados'.

La senadora Piedad Córdoba echó más leña al fuego al indicar que no haberse frenado la mediación de Chávez, 'hoy no habría tres liberados, sino 25'.  

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