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Francia estudia la retirada de sus tropas de Afganistán

Sarkozy suspende la misión militar tras la muerte de cuatro soldados

ANDRÉS PÉREZ

Un ataque de una precisión que hiela la sangre, perpetrado por un soldado afgano dentro de una base francesa en el este de Afganistán, dejó este viernes cuatro soldados galos muertos y ocho gravemente heridos. Y dejó a Nicolas Sarkozy en una situación complicada.

Una semana antes de la visita de Hamid Karzai, y el día mismo en que Sarkozy tenía en su agenda una confortable ceremonia de buenos votos al cuerpo diplomático, el presidente francés afirmó: 'El ataque es inadmisible y no lo aceptaré'.

Era la hora de apertura de los comercios en París cuando cayó la noticia. Entonces se informó de que un hombre con uniforme del Ejército afgano había abierto fuego contra un grupo de soldados franceses indefensos dentro de su propia base, en Tagab. Es decir, en el único lugar del país donde pensaban que estaban seguros.

Los militares estaban terminando un entrenamiento deportivo, por lo que iban desar-mados y no tuvieron ninguna posibilidad de defenderse. Cuatro fallecieron en el acto, ocho resultaron heridos de gravedad y siete, de menor consideración.

El afgano fue detenido con vida, por lo que su interrogatorio permitirá quizá saber si se trataba de un talibán infiltrado como soldado en formación, de un soldado extorsionado (por dinero, o por presiones a su familia) por los insurgentes o de un desequilibrado, movido quizá por las recientes imágenes de soldados occi-dentales orinando sobre cadáveres de afganos.

La onda expansiva fue inmediata. Sarkozy tenía esa mañana una ceremonia ante el cuerpo diplomático, un encuentro que tuvo que corregir para encajar el golpe. Ordenó un viaje a Kabul 'inmediatamente' del jefe de Estado Mayor, almirante Edouard Guillaud, y del ministro de Defensa, Gérard Longuet, para evaluar las condiciones de seguridad. Entre tanto, dijo, 'quedan suspendidas las operaciones de formación y de ayuda al combate' suministradas a las fuerzas afganas.

Antes de partir rumbo a Kabul, el ministro de Defensa francés precisó que el anuncio presidencial quería decir que no sólo la formación, sino 'todas las operaciones en las que estamos fusionados con el Ejército afgano quedan suspendidas', cosa que, por lo tanto, incluye además de los entrenamientos dentro de las bases, las patrullas y operaciones militares conjuntas en el exterior.

Sarkozy señaló en París que 'si las condiciones de seguridad, como las condiciones de reclutamiento de soldados afganos, no son claramente precisadas, Francia tomará nota de todas las consecuencias'. Es decir, procederá 'a una retirada anticipada'.

El revés es terrorífico para el presidente francés, que se encuentra en una posición cada vez más delicada para presentar su candidatura a la reelección en las elecciones de la próxima primavera.

Al suspender operaciones, deja vacía de contenido la presencia francesa en Afganistán. Por otra parte, anuncia una posible retirada precipitada, cuando fue él quien acentuó la presencia militar francesa a partir de 2009.

Y, por último, pone en duda la capacidad del presidente de Afganistán para controlar a sus propios hombres, cuando el mismo Karzai llega a París el viernes próximo, para firmar un Tratado de Amistad y Cooperación. 2011 había sido ya el año más mortífero para Francia, con 26 soldados muertos en Afganistán.

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