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Francia Le Pen y Zemmour, o el "irresistible ascenso" de la extrema derecha en Francia

Por primera vez en la historia de Francia, hay dos candidatos fuertes de extrema derecha con opciones de pasar a la segunda vuelta para un eventual duelo con Emmanuel Macron. Los franceses votan el 10 y el 24 de abril.

Seguidores de Marie Le Pen y de Eric Zemmour sostienen carteles de sus líderes en sendos mitines de los partidos de ultraderecha.
Seguidores de Marie Le Pen y de Eric Zemmour sostienen carteles de sus líderes en sendos mitines de los partidos de ultraderecha. REUTERS

El polémico periodista, y primera vez candidato Eric Zemmour apuesta por la radicalización más extrema ante una Marine Le Pen a la que le reprochan haberse alejado de la ideología de su padre. Por primera vez en la historia de Francia, hay dos candidatos fuertes de extrema derecha con opciones de pasar a la segunda vuelta para un eventual duelo con Emmanuel Macron. Los franceses votan el 10 y el 24 de abril.

Entre Marine Le Pen y Eric Zemmour están casi en empate técnico y suman el 30% de las intenciones de voto, según los sondeos. Algo inédito en la historia de la V República. "Estamos ante un irresistible ascenso de la extrema derecha", estima Raphael Llorca que publica este jueves 'Les Nouveaux Masques de l’extrême droite' en la editorial L'Aube, un libro en el que descifra la batalla que se libran Zemmour y Le Pen en el campo de las ideas y las representaciones de la ultraderecha. La pregunta es por qué un país como Francia ha llegado a este escenario insólito con dos candidatos de extrema derecha muy potentes.

"Hay elementos de extrema derecha, ideas, expresiones que hasta ahora estaban arrinconados, marginados pero que poco a poco se han impuesto, los spin doctors de la extrema derecha los han ido infiltrando en una estrategia muy bien pensada para implantarlos en el debate público", analiza el experto en comunicación política que evoca la ventana de Overton, teorizada por Joseph Overton en Estados Unidos en los años 90, una teoría que describe como una ventana el rango de ideas que es aceptable por el público.

Las expresiones con las que machaca desde hace meses Eric Zemmour como "la gran sustitución" que se refiere a la existencia de un complot por el que los magrebíes y subsaharianos van a remplazar a los franceses, "el racismo anti blanco", la identificación del Islam con el islamismo o a la delincuencia con la Yihad, ya no son temas tabús y se debaten tan tranquilamente en los platós de televisión.

Eric Zemmour, líder del partido de extrema derecha ¡Reconquete! y candidato a las elecciones presidenciales francesas de 2022, durante un acto de campaña en Lille. REUTERS/Pascal Rossignol
Eric Zemmour, líder del partido de extrema derecha ¡Reconquete! y candidato a las elecciones presidenciales francesas de 2022, durante un acto de campaña en Lille. Pascal Rossignol / REUTERS

Hace algunos años cuando el fundador del Frente Nacional, Jean-Marie Le Pen, los evocaba era descalificado inmediatamente por la clase política y los medios de comunicación. Ahora incluso la candidata conservadora del partido de Nicolas Sarkozy, Valérie Pécresse, se atreve a usar la expresión 'la gran sustitución' en sus mítines.

"La facho esfera lleva mucho tiempo preparando el terreno", afirma Llorca y recuerda que Francia no es una excepción a este movimiento global que describe Giuiano da Empoli en su libro 'Los ingenieros del caos', expertos del Big Data que han hecho posible a Salvini en Italia, al Brexit en Inglaterra o a Orban en Hungría.

El fiasco del RN en las regionales catapultó a Zemmour

Hay un momento de inflexión para entender por qué ha sido posible el nacimiento del monstruo bicéfalo de la extrema derecha francesa. Se trata del fiasco electoral de Marine Le Pen en las regionales del 2021. Contrariamente a lo que vaticinaban los sondeos, el RN no ganó ninguna región y eso que la ultraderechista esperaba conseguir tres. Todos los ojos estaban puestos en la región del sureste, Provenza-Alpes Costa Azul (PACA) donde su candidato Thierry Mariani había llegado en primer lugar en la primera vuelta, pero perdió en la segunda. Nunca había estado tan cerca de ganar una región.

"Fue entonces, cuando Zemmour sale y dice: 'Mirad, ella nunca conseguirá ganar las presidenciales, ni siquiera es capaz de ganar una región.' Si hubiera ganado en la región PACA, la lectura política hubiera sido diferente. Se jugó por unos miles de votos", explica el autor de 'Les Nouveaux Masques de l'extrême droite'.

La extrema derecha en los territorios franceses es residual

La implantación de la extrema derecha en las regiones y municipios de Francia es muy residual. Durante años se ha aplicado, desde todos los partidos llamados republicanos, el cordón sanitario, es decir todo menos la ultraderecha. Si hay un candidato del RN en la segunda vuelta, los electores de los otros partidos votan sistemáticamente contra él, poco importa a quién tenga enfrente, sea comunista o conservador.

Marine Le Pen, líder del partido de extrema derecha Agrupación Nacional (Rassemblement National) y candidata a las elecciones presidenciales francesas de 2022, en un mitin en Reims. REUTERS/Sarah Meyssonnier
Marine Le Pen, líder del partido de extrema derecha Agrupación Nacional (Rassemblement National) y candidata a las elecciones presidenciales francesas de 2022, en un mitin en Reims. Sarah Meyssonnier / REUTERS

Esto ha permitido evitar que la ultraderecha se hiciera fuerte en los territorios y también ha provocado un desfase entre el apoyo a nivel nacional y la representación local. A nivel de municipios, el RN tiene muy pocos concejales, controla una decena de alcaldías, entre ellas Perpiñán, el porcentaje es muy evocador, sólo está presente en el 0,8% de los 36.000 municipios que tiene Francia.

Zemmour o el radical, ¿el verdadero heredero de Jean-Marie Le Pen?

Cuando Marine Le Pen se quiso dar cuenta, el fenómeno Zemmour le había arrebatado el monopolio de la extrema derecha. Un Zemmour que, con su movimiento Reconquista, está sumando a esta doctrina ya no sólo a una parte de los obreros, desempleados y clase popular, baza histórica de Le Pen, sino también a una burguesía patriota que se siente más identificada con él porque a "ella la consideran inculta, palurda y hortera", según Llorca.

La moderación de los últimos años de la candidata de ultraderecha le ha pasado factura. Se ha intentado sacar la marca Le Pen que había heredado de su padre renunciando incluso a proyectos que parecían inquebrantables como la prohibición de la doble nacionalidad. Mientras ella se despegaba de lo radical, la sociedad francesa comenzaba a estar preparada justamente para lo más radical y eso lo ha entendido perfectamente Eric Zemmour.

"Marine Le Pen optó por una estrategia que yo califico de centrípeta, que se mueve hacia el centro, para conquistar a más electores, dulcifica su forma y atenúa sus medidas, ha abandonado el enfado y la agresividad e inversamente, Zemmour apuesta por una fuerza centrífuga, que parte del centro de la población para radicalizarlos, piensa que Le Pen padre tenía razón aunque demasiado pronto", analiza el experto.

Zemmour quiere ser el Trump francés. De hecho los dos políticos hablaron este martes por teléfono. "EEUU y Francia comparten el mismo destino, estamos en el ojo del huracán de una guerra de civilizaciones. Trump me dijo que fuera fiel a mis principios, que los medios de comunicación iban a ser brutales conmigo, pero que fuera sincero", comentó Zemmour a la prensa.

Seguro que esto le trae malos recuerdos a Marine Le Pen quien en plena campaña electoral en 2017 pasó toda una tarde en el café de debajo de la Trump Tower de Nueva York para entrevistarse con Donald Trump, que nunca la recibió.

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