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Sarkozy y los socialistas dejan a Le Pen sin ningún gobierno regional

El partido de Le Pen, que había ganado en seis de las trece circunscripciones, se queda sin gobernar ninguna región. Los conservadores de Sarkozy ganan en siete regiones, mientras que los socialistas, que renunciaron a su candidatura en varios lugares para evitar la victoria de la extrema derecha, conservan cinco gobiernos regionales

Marine Le Pen, líder del Frente Nacional, votó en un colegio electoral de Henin-Beaumont. / EFE

AGENCIAS

PARÍS.- La extrema derecha francesa no ha conseguido conquistar ningún gobierno regional en la segunda vuelta de las elecciones locales, pese a haber mejorado en número de votos los resultados de la primera, en la que fue la formación más votada en seis de las 13 circunscripciones.

A nivel nacional, Los Republicanos (derecha) ha sido la lista más votada (40,52%), por delante del Partido Socialista (28,55%) y del Frente Nacional (28,38%), según datos oficiales del Ministerio del Interior correspondientes al 91% del escrutinio.

Los conservadores del expresidente Nicolas Sarkozy gobernarán siete regiones (las tres anteriores y Auvernia-Ródano-Alpes, Isla de Francia, Normandía y País del Loira) y los socialistas, del actual jefe de Estado, François Hollande, que hasta ahora dominaban todas menos una, lo harán en cinco (Aquitania-Limousin-Poitou-Charentes, Borgoña-Franco Condado, Bretaña, Centro-Valle del Loira y Languedoc-Rosellón-Mediodía-Pirineos).

La líder del Frente Nacional (FN), Marine Le Pen, evitó reconocer explícitamente la derrota y aseguró que, con casi el 30% de los votos a nivel nacional se encuentra bien posicionada de cara a las presidenciales de 2017.

La movilización ciudadana, con una tasa de participación que rondó el 60%, dio la vuelta a los resultados de la semana pasada, y evitó que los ultraderechistas escaparan de su limitación histórica, la de superar el 50% de los votos en una segunda ronda. Pero el propio primer ministro, Manuel Valls, advirtió de que no es momento de "alivio" ni de "triunfalismos", porque el peligro de la extrema derecha, según lo demuestra la primera vuelta y elecciones pasadas, "no se ha eliminado".

"Todo esto nos obliga a escuchar más a los franceses, a actuar sin pausa, más rápido, para obtener mayores resultados: el empleo, la formación de los parados, el aprendizaje de nuestros jóvenes, que deben movilizar más que nunca todas nuestras energías", apuntó.

Los socialistas se habían retirado en el Norte Pas-de-Calais Picardía y en Provenza Alpes Costa Azul, dos regiones donde la suma de los votos de la izquierda no les permitía ganar, y el triunfo en seis regiones mejora las expectativas de un partido que desde su acceso al poder en 2012 acumula derrotas electorales.

Los Republicanos del expresidente Nicolas Sarkozy, por su parte, logran la victoria en Norte Pas-de-Calais Picardía, Provenza Alpes Costa Azul, Alsacia Champaña Árdenas Lorena, Auvernia Ródano Alpes y País del Loira, Normandía y la región de París, la más poblada y rica del país. "La movilización que ha habido hoy no debe hacer olvidar la advertencia a todos los responsables políticos en la primera vuelta", admitió el exjefe de Estado ante sus militantes, a quienes pidió "unidad" para "avanzar juntos en las próximas elecciones".

En Córcega ha ganado la lista regionalista y quedan aún por decidir los resultados en los territorios de ultramar: Reunión, Guadalupe, Guyana y Martinica.

El año 2017, fecha de las presidenciales, apareció en los discursos de todos los representantes políticos, que vieron estos últimos comicios como una nueva fotografía de la situación que puede esperarse dentro de dos años.

"El país se divide ahora entre los mundialistas, partidarios de diluir a los franceses en el magma mundial, y los patriotas, que consideran que la nación es el mejor espacio para protegerles", clamó Le Pen, que animó a los franceses a unirse a su movimiento "por la libertad individual y colectiva".

Sarkozy cree que hay que aprender la lección

Este lunes será el día en que los partidos analicen en sus respectivos burós el resultado de estos comicios, pero poco después del cierre de las urnas la carrera hacia esas nuevas elecciones ya había empezado.

"La cólera se va a extender si no se ofrece a los franceses un proyecto potente y creíble. (...) Yo propongo un proyecto para hacer ganar a Francia y desde mañana retomo el combate e invito a todos los que quieran a superar el desafío", señaló el exprimer ministro conservador François Fillon.

"Sería un error pasar a otra elección como si los franceses no nos hubieran dicho nada", afirmó Sarkozy, que todavía no ha confirmado si se presentará a las primarias de su partido, pero que mantuvo la línea de rechazar "todo compromiso con los partidos extremos", en referencia al FN.

Fuentes de la presidencia gala han negado en los últimos días que el presidente, François Hollande, tuviera previsto modificar el Gobierno fuera cual fuera el resultado de las regionales, pero según un sondeo publicado hoy por el canal M6, el 48% de los franceses dice querer ya un cambio de primer ministro.

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