Este artículo se publicó hace 13 años.
Gadafi lanza su ofensiva mientras los rebeldes piden el apoyo de la ONU
Las fuerzas leales al dictador bombardean Ejdabiya y Briqa, a 250 kilómetros de Bengasi. Los rebeldes recuperan el control horas después
La oposición libia no piensa rendirse pese a las amenazas y los ataques del régimen. Y es que Gadafi, lejos de retirarse o doblegarse al cerco de los rebeldes y a la presión internacional, sigue intentando reconquistar algunas de las ciudades tomadas en los últimos días por los rebeldes al este del país.
Las fuerzas todavía leales al dictador han bombardeado las ciudades de Ejdabiya y Briqa, esta última a a 800 kilómetros al este de Trípoli. Las fuerzas de la oposición, después de recuperar el control, han contestado y han dejado claro que están "preparados para avanzar hacia el oeste" si Gadafi continúa negándose a renunciar.
El dictador ha alternado los ataques con un mensaje de amenaza a la OTAN y a EEUU, a los que ha avisado de que habrá una "sangrienta guerra" con "miles de muertos" si intervienen en el país magrebí. Asimismo, ha asegurado que el régimen está "preparado" para entregar armas a "un millón, dos millones o tres millones" de personas para empezar "otro Vietnam". "No nos importa. Ya no nos importa nada", ha añadido.
Enclave petrolíferoEjdabiya fue bombardeada a primera hora de la mañana por la Fuerza Aérea. Uno de las bombas cayó en un depósito de armas, lo que provocó una gran explosión. Los rebeldes estaban apostados en la zona, donde además hay una base militar. Según la cadena qatarí Al Yazira, los opositores al régimen derribaron uno de los aviones de Gadafi.
Las fuerzas de Gadafi también han atacado esta mañana Gharyan, localidad del enclave montañoso de Nafusa. En Trípoli, la capital, se registraron fuertes explosiones a primera hora de la mañana provocadas por el incendio de un tanque de combustible.
"Trataron de tomar Briqa esta mañana, pero fracasaron"
Antes le había tocado el turno a Briqa. Este enclave petrolífero, situado a cerca de 70 kilómetros al oeste de Ajdabiya, fue atacado también por aire. Mohamed Yusef, oficial del Ejército, confirmó que las fuerzas de Gadafi habían tomado la ciudad después del bombardeo, aunque horas después, los rebeldes aseguraron haberla reconquistado.
Además, fuentes militares de Bengasi aseguraron que sus tropas habían logrado rechazar el ataque de las fuerzas de Gadafi a Briqa y habían conseguido expulsarlas de la ciudad. Algunas informaciones hablan de 14 muertos. La televisión qatarí dice que el bombardeo ha causado la muerte de cuatro personas y ha dejado diez heridos.
"Trataron de tomar Briqa esta mañana, pero fracasaron. Está de nuevo en manos de los revolucionarios. Está tratando de crear todo tipo de guerra psicológica para mantener a estas ciudades al límite. Vamos a pedir ayuda exterior, probablemente ataques aéreos en localizaciones estratégicas que den la puntilla a Gadafi", dijo Mustafa Gheriani, portavoz de la Coalición 17 de Febrero, a Reuters.
Ataques aéreos de la ONUPosteriormente, Abdelhafiz Hoga, portavoz de los rebeldes, oficializó la petición directamente al Consejo de Seguridad de la ONU. "Es diferente un ataque aéreo estratégico que una intervención extranjera, que rechazamos", recalcó el portavoz de las fuerzas de oposición, que en todo momento se han mostrado en contra de una intervención militar extranjera en el conflicto libio.
El Consejo Nacional de la oposición pide ser el único representante
Hoga también pidió que el Consejo Nacional creado por las fuerzas de la oposición sea reconocido como el único representante legítimo de Libia e hizo un llamamiento para que todos los países dejen de reconocer a las embajadas fieles a Gadafi. El portavoz confirmó asimismo que el Consejo ha sido conformado finalmente con 30 representantes de todo el país y que estará dirigido por el ex ministro de Justicia libio Mustafa Abdelyalil, como presidente, y el propio Hoga como vicepresidente y portavoz.
Ante una posible intervención de Occidente, el secretario de Defensa de EEUU, Robert Gates, ha advertido de que el establecimiento de una zona de exclusión aérea en Libia, sobre el que ayer habló Clinton, implicaría lanzar un ataque para destruir las defensas del régimen. "Llamemos al pan, pan y al vino, vino. La zona de exclusión comienza con un ataque para entonces poder hacer volar a los aviones sobre el país y no preocuparte por si tus chicos son derribados", ha afirmado.
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