Sarah Palin se subió a un autobús con su marido el pasado fin de semana para hacer una gira por EEUU, pero aún no se sabe para qué. Los medios estadounidenses especulan con que podría tratarse de la confirmación de que la representante del Tea Party se presentará a las elecciones de 2012.

El nombre de la expedición, One Nation bus tour, y el comportamiento de la política republicana así parecen indicarlo. Aunque Palin ni confirma ni desmiente y mientras sus compañeros de partido toman posiciones para lanzar la campaña contra la reelección de Barack Obama y capta la atención de los periodistas, que tratan de adivinar cuál será su próximo movimiento, ella visita sitios emblemáticos del país y habla con la gente.

Sin ir más lejos, ayer cenó en Nueva York con Donald Trump, famoso en los últimos tiempos por obligar al presidente a publicar su partida de nacimiento, desmintiendo el rumor lanzado por el empresario de que no hubiera nacido en EEUU.

Por la mañana había amanecido en un hotel de Mayland cercano al escenario de la famosa batalla de Gettysburg y a la salida se vio rodeada de periodistas que le preguntaban una y otra vez por la sintenciones de esa gira.

La candidata republicana a la vicepresidencia en 2008 de la mano de John McCain, se limitó a decir que no estaba jugando 'al ratón y al gato con nadie' y que pese a que había pensado mucho sobre su posible candidatura no tiene 'nada decidido'.

Sea cual sea el motivo de la gira, Palin ha conseguido volver a estar en boca de todos. Si se trata de una confirmación de su candidatura está consiguiendo una publicidad grande y si es sólo una manera más de llamar la atención, al menos mantiene alta la marca que se ha creado en torno a su persona. 

Como es ya normal ante este tipo de excentricidades, su gira ha llegado a Twitter con el hashtag #wheressarah (¿dónde está Sarah?). Los usuarios no parecen tan interesados como los periódicos sobre su paradero actual.