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El Gobierno de EEUU teme por la seguridad de sus cargos

La congresista tiroteada en Arizona mejora y ya puede respirar sin asistencia

ANTONIO LAFUENTE

El fiscal general del Estado que dirige el Departamento de Justicia del Gobierno de EEUU, Eric Holder, ha advertido de que la matanza de Tucson (Arizona) el pasado sábado, en la que fue herida la congresista demócrata Gabrielle Giffords y murió un juez federal, además de otras cinco personas, muestra que existe una amenaza real contra los cargos públicos del país.

'Sin duda, las amenazas a los cargos públicos, cualquiera que sea la forma que toman, continúan siendo causa de preocupación y necesitan vigilancia', aseguró Holder. No obstante, cree que esos peligros 'no son tan fuertes como las fuerzas que luchan por la paz y la tolerancia'.

Algunos parlamentarios van más allá y han expresado su deseo de llevar armas para defenderse en caso de sufrir un ataque. Pero el jefe de seguridad del Capitolio rechazó esta idea. 'Creo que debemos dejar la seguridad policial en manos de esos profesionales', afirmó en la cadena ABC.

Los médicos de Tucson daban noticias esperanzadoras sobre el estado de Giffords

Mientras tanto, los médicos de Tucson daban noticias esperanzadoras sobre el estado de Giffords, de 40 años, a quien el pistolero Jared Lee Loughner alcanzó el sábado en la cabeza con una bala de su automática. Con la mitad del cráneo levantado para evitar que la inflamación de su cerebro dañe ese órgano, los doctores anunciaron que le habían retirado la respiración artificial y Giffords empezó a respirar por sí sola.

Además, está despierta y responde a las indicaciones de los médicos, pese a lo cual continúa en estado grave, según explicó Michael Lemole, jefe de Neurología del Hospital Universitario de Tucson, donde está internada. Advirtió de que su recuperación será muy larga pues 'se hará semana a semana, mes a mes'.

Tres días después, la matanza de Tucson sigue conmoviendo a Estados Unidos, donde los medios de comunicación desgranan los detalles de cuánto rodea al suceso, en especial los del asesino, para quien la fiscal, Barbara LaWall, pidió el lunes la pena de muerte.

Loughner había solicitado entrar en el ejército hacia finales del año 2008

Entre esos detalles, destacan las declaraciones de un vecino de los padres de Loughner, quien aseguró que están 'destrozados'. 'Cuando les dije el sábado que su hijo era el sospechoso del tiroteo, Amy, su madre, casi se desmaya allí mismo', explicó Wayne Smith al diario The Wall Street Journal.

También se ha conocido que Loughner había solicitado entrar en el ejército hacia finales del año 2008 pero fue rechazado cuando se declaró como un consumidor habitual de marihuana, una adicción que el ejército no tolera por motivos médicos.

Por otra parte, el jueves llegará a Tucson el presidente estadounidense, Barack Obama, para participar en un acto en memoria de las víctimas, entre ellas una niña de 9 años. En ese acto saludará a los familiares de los muertos y, probablemente, dará un discurso sobre la tolerancia.

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